En Barcelona, unos amigos hemos pensado montar una cabalgata con 6 carrozas, cada una inspirada en cada Call of Duty para celebrar la salida del glorioso juego. Tiraremos caramelos y gafas de visión nocturna por la calle.
Luego iremos a ayuntamiento y haremos un pregón pidiendo a la ONU que declare el juego como patrimonio de la humanidad y especie en peligro de extinción.
Posteriormente, iremos a canales locales de televisión para hacer saber a todo el mundo que pueden pasar ya por la parroquia de la nueva religión Modern Warfare, con una foto del director de Activision para poder adorarlo, y si se es mayor de edad, poderle practicar una gustosa felación (el pene puede no ser el del director de Activision).
Finalmente, llegar a casa y jugar... al Fat Princess, por ejemplo.