Desde Cuenca vendrás? Ahora estarás desolado, sin gasolina, hipertenso, bajó la interminable condena del derrochador, político ecuánime y holocáustico. Intentó zurrarte, movilizarte; no obstante, mi casa estaba sucísima como los pesebres iliturgitanos. Al sur dirigían toneladas de wolframio picado deshidratado, hechos añicos. Repartieron toneladas, aparte
D
D