Análisis Warhammer 40.000: Space Marine
Ficha técnica
Relic vuelve a tomar los mandos de un juego de la franquicia Warhammer, esos juegos propiedad de Games Workshop que mezcla manualidades y juego de mesa.
En este caso se trata de un juego de la rama 40.000, de inspiración futurista en el que se narran las aventuras del Capitán Titus, un Ultramarine que deberá acabar con las amenazas espaciales contra la población humana.
Uno de sus principales enemigos será la raza de los Orkos, en muchas variedades, aunque a lo largo de la trama se irán sumando nuevos rivales aún más desafiantes.
Nos lanzamos al espacio para seguir las andanzas del Capitán Titus y sus compañeros.
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Jugabilidad
En esta ocasión Relic abandona sus clásicos de estrategia para adentrarse en territorio algo desconocido, un juego de acción en tercera persona como el que hoy nos ocupa.
Space Marine combina situaciones de Third Person Shooter con combate cuerpo a cuerpo para acabar con nuestros enemigos, además de algunas fases con "Jetpack" y combate aéreo.
Una de las originales características del juego será la forma de recuperar vida para nuestro personaje. No existe regeneración automática para nuestro personaje ni tampoco botiquines u objetos curativos. La salud vuelve al máximo realizando ejecuciones especiales a nuestros enemigos tras aturdirles, lo que implica un uso necesario de la originalidad en combate.
Combates que como decimos combinan fases de disparos con fases de combate cuerpo a cuerpo con espadas, martillos etc. frente a las numerosas hordas Orkas, que atacan en conjunto. En la segunda parte del juego, nos enfrentamos a Marines del Caos, con los que hay que adoptar una estrategia algo más táctica que simplemente lanzarnos a la multitud con nuestras armas cuerpo a cuerpo.
Este es un gran punto a favor del juego, pues mantiene al jugador activo frente a la situación que se le presenta en pantalla, pues debe hacer frente a sus enemigos más cercanos sin olvidarse de otros que nos lanzan granadas o disparan desde posiciones inaccesibles para nosotros, los cuales debemos liquidar mediante disparos.
Uno de los puntos en contra es la excesiva linealidad del título. Nos presenta escenarios majestuosos de gran extensión, pero nuestro camino a seguir está muy limitado, dejando casi nula la faceta de exploración para encontrar algunos coleccionables no muy escondidos por lo general.
Dado que en un gran porcentaje del modo historia vamos acompañados por otros Marines, es una pena que no se hubiera puesto el Cooperativo como opción desde el principio, si no que llegará como contenido descargable gratuito el próximo 25 de Octubre.
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Multijugador
Por si no se tiene suficiente con los miles de enemigos que aniquilaremos a lo largo del single-player, el título nos ofrece la posibilidad de ampliar la duración incorporando el modo online de rigor en la actual generación.
Permite la conexión hasta 16 jugadores en dos modos diferenciados: Aniquilación y Asegurar el Control.
Aniquilación es el clásico combate por equipos en el que los hasta 8 miembros de un equipo intentan acabar con los demás. Asegurar el Control en cambio implica un poco más de táctica que ir a saco a por los enemigos. En este modo hay que ir consiguiendo (también por equipos) una serie de objetivos que otorgan una puntuación y al acabar la ronda quienes mayor puntuación obtengan ganan. Como veis, son modos para nada complicados o complejos.
Para hacer frente a estas modalidades podemos optar por elegir tres clases que se ajusten a nuestro estilo de combate: Táctico (una clase equilibrada), Devastador (muy lento pero con gran capacidad de fuego) y Asalto (la clase más ágil que hace uso del retroreactor para volar).
Para compensar el escaso número de modos y clases, Relic ha implementado un excelente sistema de evolución del personaje, que permite muchísimas opciones de personalización tanto visual como funcional para nuestro personaje a lo largo de los 41 niveles.
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Gráficos
Warhammer 40.000: Space Marine tiene un trabajado apartado gráfico. Sin llegar a las cotas de calidad de los grandes de esta generación, el juego destaca bastante.
En primer lugar, los personajes principales están muy bien modelados, en cuanto a la vistosa armadura que portan y en la que cada detalle esta cuidado minuciosamente.
Igual consideración merecen nuestros enemigos. En cuanto a los Orkos, también están muy bien modelados y hay diferentes tipos que ayudan a que no parezca tan monótono el juego, pues como se ve, acabaremos con miles. En la segunda parte, los Marines del Caos también están perfectamente recreados.
No sucede lo mismo con algunos personajes secundarios que nos vayamos encontrando a lo largo de la aventura, en los que no destaca nada especial y simplemente cumplen.
El trabajo de ambientación realizado en los escenarios es sobresaliente, dando lugar a estampas muy llamativas que como comentaba antes, se echan a perder dada la linealidad del título, pero desde luego están muy logrados.
Por último, también destacan las animaciones que se dan en las ejecuciones, bien trabajadas y muy vistosas plasmando la brutalidad con la que Titus acaba con los enemigos. Las escenas cinemáticas, generadas con el motor del juego también están a gran nivel.
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Sonido
Si analizáramos el juego en su versión original, ganaría algún punto más, pues el principal problema del apartado sonoro del juego se da en el doblaje al castellano, pues el juego padece de una desincronización bastante acusada con respecto a la imagen, llegando el sonido algunos segundos después de lo que debiera.
Las voces en sí no son malas, pues reflejan bastante el tipo de personaje al que pone voz el actor de doblaje, pero como digo, si se prefiere mayor calidad se puede jugar en versión original siempre y cuando se entienda bien el inglés.
Donde no se pueden poner peros es en la banda sonora de una calidad excelente para reflejar la épica misión de Titus. A su cargo están maestros como Cris Velasco, quienes participaron por ejemplo en la Banda Sonora de God of War, que es una de las mejores de esta industria.
De igual manera los efectos sonoros (FX) en los ataques, explosiones y demás acciones están bien conseguidos y sincronizados.
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Conclusiones
Teniendo en cuenta que esta es la primera incursión de Relic en un terreno que hasta ahora no era el suyo, les ha salido un juego notable.
El nivel general es de gran calidad, permitiendo con este género de la acción en tercera persona poder llegar a un público más amplio que en Down at War, juego de estrategia que requería bastantes conocimientos sobre el universo creado por Games Workshop.
Obviamente es un título que no debería perderse cualquier fan de Warhammer, pero que debería probar cualquiera a quienes les guste el género, pues el juego puede gustar más o menos, pero no defrauda.
Como hemos visto en páginas anteriores, no será un referente recordado tras el paso de los años, pero desde luego es un juego muy bien trabajado que cumple muy bien su cometido y divierte mucho.
El principal problema que tiene es que es excesivamente lineal, pero nada a lo que ya no estemos acostumbrados en la actual generación sobre raíles.
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