El monstruo de florencia http://www.pasarmiedo.com/el_monstruo_de_florencia.php
John Bowden http://www.pasarmiedo.com/john_bowden.php
Ed gein http://www.pasarmiedo.com/ed_gein.php
Jack el destripador http://www.pasarmiedo.com/jack_destripador.php
bueno espero que os guste feliz halloween no pongo imagenes porque fijo que me borran el post
El monstruo de florencia http://www.pasarmiedo.com/el_monstruo_de_florencia.php
El asesino, bautizado como el "Monstruo de Florencia", actuaba en noches de verano en las que jóvenes parejas buscaban intimidad dentro de un vehículo, lejos de miradas indiscretas. Cuando empezaban a quitarse la ropa, un hombre salía de la nada y en silencio les disparaba, apuñalaba y mutilaba los órganos sexuales de la mujer. Luego, se llevaba su vagina y su seno izquierdo como sendos trofeos, sin dejar testigos o alguna pista que hicieran posible su captura.
Fueron 16 crímenes a lo largo de 18 años. Crímenes sin móvil aparente, todos cometidos en noches sin luna, poco antes de medianoche. Aterrorizó no sólo esa provincia, sino a toda Italia entre los años 1968 y 1985.
Desde principio de los años ochenta varios expertos trataron de realizar un perfil psicológico del asesino, unas veces por solicitud de las autoridades que trabajaban en el caso, y otras por cuenta propia. Uno de estos retratos, sin lugar a duda el más completo, lo llevó a cabo el grupo de criminólogos de la Universidad de Módena, Francesco De Fazio, Salvatore Luberto e Ivan Galliani. Estos hombres elaboraron un extenso informe de 150 páginas, en ellas tratan de responder a algunas de las preguntas que todos se habían estado haciendo, así como rasgos del Monstruo, tales como: su físico, edad, origen y nivel cultural, el modus operandi y la psicopatología del sujeto; después de realizar un estudio basado en los testimonios de los familiares y los policías, la necropsia de las víctimas, las fotos y reconstrucciones del delito y de haber examinado personalmente los lugares donde el Monstruo asesinó.
La conclusión del grupo fue: el asesino es un narcisista obsesivo con delirio de grandeza, que guarda dentro de sí un odio extremo hacia el amor físico, pero su locura es en cierto modo lúcida. Tiene una inteligencia extraordinaria, capaz de organizar y planear al detalle cada crimen, un conocimiento profundo de las zonas donde ataca y una mano precisa para llevar a cabo el delito sin vacilaciones. Cuando dispara siempre lo hace con un tiro certero a uno de los puntos vitales del cuerpo de la víctima, mostrando su destreza en el uso de las armas de fuego, y cuando mutila los órganos sexuales al cadáver lo hace con una precisión fuera de lo común.
Creen se trata de un varón de aproximadamente un metro ochenta, entre 35 y 40 años, con algún trastorno sexual, todos sus delitos tienen naturaleza sexual, como demuestra el aumento de componentes fetichistas y sádicos, lo que indica que tiene una sexualidad desarrollada sólo a nivel de la fantasía y que pudo haber llegado al crimen después de unas fases previas de vouyerismo y fetichismo. Por la precisión de los cortes, la amputación del pecho izquierdo de sus víctimas, su finalidad es de conservación; en ningún cadáver hay muestras de una sádica búsqueda de placer suplementaria obtenida por hacer sufrir a la víctima. Son incisiones muy estudiadas para no dañar la piel de los alrededores.
Nunca actuó en el mismo lugar y siempre utilizaba la misma arma, -una Beretta calibre 22, modelo Long Rifle-. En total ha disparado 66 proyectiles, todos de la marca Winchester y ha asesinado a 16 personas, pero de él apenas se sabe poco o nada a pesar de los numerosos perfiles psicológicos que han pretendido deducir su personalidad. La única certeza es que a pesar de los esfuerzos de la magistratura florentina, y tal vez a causa de varias pistas que durante varios años han sido ocultadas a la policía, el Monstruo de Florencia ha quedado impune.
La investigación duró ocho años, durante los cuales fueron interrogados más de 100,000 sospechosos, con la esperanza de que alguno de ellos fuese el asesino. Durante el año 1990, la atención se enfocó en un granjero de 68 años llamado Pietro Pacciani, conocido en la localidad de Mercatale por su afición a la caza y a disecar las piezas capturadas. Lo que provocó que se le considerase el principal sospechoso de los asesinatos.
Pacciani había sido detenido en el año 1951 por el asesinato de un vendedor ambulante al que había sorprendido durmiendo con su novia. Después de dispararle y apuñalarlo 19 veces, violó el cadáver de la víctima. Rápidamente fue sentenciado por el crimen y lo sancionaron a cumplir 13 años de condena firme. Tras salir de la cárcel se casó y trató de formar una familia, pero fue de nuevo detenido en el año 1987, y hasta 1991, por malos tratos físicos a su esposa y acoso sexual a sus dos hijas más jóvenes.
Desde el mismo día en que Pacciani fue detenido hasta las últimas entrevistas que le fueron realizadas antes de su muerte, siempre se proclamó "tan inocente como Cristo". Finalmente el fallo se emitió en su contra y le declararon culpable de seis de los ocho crímenes, a pesar de que no se tenía prueba alguna que demostrase su participación, tan sólo algunos cartuchos de calibre 22 que la policía halló en su domicilio.
Pacciani estuvo cumpliendo condena hasta el 13 de febrero de 1996 en que fue absuelto por un tribunal de apelación cuando contaba con 71 años, después de que llegasen a la determinación que no había pruebas que le inculpasen directamente como autor de los terribles crímenes del Monstruo.
El mismo día que el Tribunal de Justicia de Florencia absuelve de cada acusación a Pacciani, son detenidos por la supuesta implicación en los crímenes dos personas: Mario Vanni y Giancarlo Lotti. Determinan que los crímenes han sido cosa de la estrecha colaboración de Pietro Pacciani, Mario Vanni, Giancarlo Lotti y Giovanni Faggi. Todo esto sucedió de una manera tan rápida e imprevista que muchos ciudadanos italianos creían firmemente que los investigadores sólo estaban echando culpas para ganar tiempo ante un caso que no eran capaces de resolver.
Para complicarlo todo todavía más, la Corte Suprema Italiana revocó la decisión de libertad de Pacciani el 12 de diciembre de 1996, después de que Lotti confesase que él junto con Pacciani cometieron los crímenes. El 21 de mayo de 1997, Mario Vanni y Giancarlo Lotti fueron enjuiciados por su implicación en cinco de los dobles crímenes. Los dos fueron sentenciados a 26 años de prisión.
Pacciani nunca cumpliría esta condena porque el 23 de febrero de 1998 le encontraron muerto en extrañas circunstancias en el suelo de su casa con los pantalones bajados y su camisa alrededor del cuello. Como su cara aparecía azulada y desfigurada, la opinión inicial de la policía es que había muerto de un paro cardiaco, pero tras unos exámenes post mortem, se determinó que se había suicidado ingiriendo una gran cantidad de medicamentos, aunque desde el primer momento la misma policía sospechó que lo habían asesinado lentamente suministrándole medicamentos erróneos para su diabetes y sus problemas cardiacos. Así, tras la muerte del principal sospechoso, los investigadores decidieron cerrar el caso del Monstruo de Florencia, no sin antes asegurarse que Vanni y Lotti estaban encerrados detrás de los barrotes de la prisión, a pesar de la gran cantidad de preguntas sin respuesta y de los puntos oscuros que rodean el caso.
En agosto de 2001 algunos investigadores retoman de nuevo el caso del Monstruo sin querer dar demasiadas explicaciones. Sólo dicen que tienen nuevas pistas que les conducen a pensar que el Monstruo de Florencia puede tratarse de un grupo de unas diez o doce personas adineradas, miembros de una secta religiosa, que ordenaban y pagaban los "trabajos" a los tres campesinos.
Entre las personas que presuntamente integrarían el grupo "satánico" se encontrarían un conocido médico italiano y un pintor suizo para quien habría trabajado Pacciani como jardinero y en cuya casa se hallaron algunos recortes de prensa del juicio y varios dibujos de mujeres mutiladas, que según los investigadores, representaban a las víctimas del Monstruo. Hasta que la investigación esté completa, los detectives se niegan a facilitar datos sobre el Monstruo de Florencia. Dicen haber descubierto también algo muy significativo, y es que una persona habría estado pagando a Pacciani un total de 33,000 libras depositadas en varios plazos a lo largo de los años en los que fueron cometidos los crímenes, y que posteriormente le recetó unos medicamentos que en vez de curarle, le llevaron a la tumba porque sabía demasiado.
Un mes más tarde, en septiembre de 2001, varios investigadores invadían con una orden judicial las casas y oficinas de Aurelio Mattei, un psicólogo del Servicio Secreto Civil italiano (SISDE), y Francesco Bruno, un conocido criminólogo experto en psicopatología criminal de la Universidad de Roma, quien en 1985 realizó un perfil del asesino analizando su pulsión fetichista y religiosa, que nunca llegó a manos de la policía. Durante el registro les fueron confiscados varios disquetes, cuadernos y notas sobre los crimenes, fueron llevados a la comisaría para ser interrogados durante nueve horas seguidas sobre los homicidios, y luego puestos en libertad. Desde entonces no han sido detenidos formalmente, pero la policía ha dicho que estas dos personas podían haber ocultado y destruido pruebas, retrasando seriamente la investigación oficial. Indiferentemente a estos hechos, Vanni y Lotti permanecían encarcelados.
Desde estas últimas actuaciones policiales realizadas durante 2001 no se había vuelto a hablar del caso, hasta que el día 6 de julio de 2002 varios diarios italianos mencionaban unas mutilaciones sospechosas en unos tanatorios de Florencia. Al parecer, los empleados del complejo funerario Cappelle del Commiato se encontraron con que cinco de los cadáveres que estaban siendo velados mostraban unas extrañas incisiones en la cara.
Cuando sucedió el primer caso de mutilación en el cadáver de una anciana, creyeron que había sido desfigurada por algún animal, un perro tal vez, que habría entrado en el recinto, pero pronto desestimaron esa hipótesis por el tipo de cortes demasiado precisos. Un día después se percataron de que los cuerpos de otros dos cadáveres aparecían en un estado similar, y una inspección más detallada reveló que las mutilaciones habían implicado el retiro cuidadoso de algunos trozos de piel. Esto hizo que el Monstruo de Florencia volviera a ponerse en boca de todo el mundo y en el tanatorio se incrementaron las medidas de seguridad con más vigilancia nocturna dentro y fuera del edificio, pero la persona que realizó las curiosas incisiones parecía conocer perfectamente el recinto y burló todos los dispositivos, no dejándose capturar ni por las cámaras recién instaladas.
La policía ha comenzado a investigar estas mutilaciones, y algunos agentes han llegado a declarar abiertamente la relación de este fenómeno con el misterioso asesino en serie. Mientras tanto, el caso del Monstruo de Florencia sigue sin resolverse
El asesino, bautizado como el "Monstruo de Florencia", actuaba en noches de verano en las que jóvenes parejas buscaban intimidad dentro de un vehículo, lejos de miradas indiscretas. Cuando empezaban a quitarse la ropa, un hombre salía de la nada y en silencio les disparaba, apuñalaba y mutilaba los órganos sexuales de la mujer. Luego, se llevaba su vagina y su seno izquierdo como sendos trofeos, sin dejar testigos o alguna pista que hicieran posible su captura.
Fueron 16 crímenes a lo largo de 18 años. Crímenes sin móvil aparente, todos cometidos en noches sin luna, poco antes de medianoche. Aterrorizó no sólo esa provincia, sino a toda Italia entre los años 1968 y 1985.
Desde principio de los años ochenta varios expertos trataron de realizar un perfil psicológico del asesino, unas veces por solicitud de las autoridades que trabajaban en el caso, y otras por cuenta propia. Uno de estos retratos, sin lugar a duda el más completo, lo llevó a cabo el grupo de criminólogos de la Universidad de Módena, Francesco De Fazio, Salvatore Luberto e Ivan Galliani. Estos hombres elaboraron un extenso informe de 150 páginas, en ellas tratan de responder a algunas de las preguntas que todos se habían estado haciendo, así como rasgos del Monstruo, tales como: su físico, edad, origen y nivel cultural, el modus operandi y la psicopatología del sujeto; después de realizar un estudio basado en los testimonios de los familiares y los policías, la necropsia de las víctimas, las fotos y reconstrucciones del delito y de haber examinado personalmente los lugares donde el Monstruo asesinó.
La conclusión del grupo fue: el asesino es un narcisista obsesivo con delirio de grandeza, que guarda dentro de sí un odio extremo hacia el amor físico, pero su locura es en cierto modo lúcida. Tiene una inteligencia extraordinaria, capaz de organizar y planear al detalle cada crimen, un conocimiento profundo de las zonas donde ataca y una mano precisa para llevar a cabo el delito sin vacilaciones. Cuando dispara siempre lo hace con un tiro certero a uno de los puntos vitales del cuerpo de la víctima, mostrando su destreza en el uso de las armas de fuego, y cuando mutila los órganos sexuales al cadáver lo hace con una precisión fuera de lo común.
Creen se trata de un varón de aproximadamente un metro ochenta, entre 35 y 40 años, con algún trastorno sexual, todos sus delitos tienen naturaleza sexual, como demuestra el aumento de componentes fetichistas y sádicos, lo que indica que tiene una sexualidad desarrollada sólo a nivel de la fantasía y que pudo haber llegado al crimen después de unas fases previas de vouyerismo y fetichismo. Por la precisión de los cortes, la amputación del pecho izquierdo de sus víctimas, su finalidad es de conservación; en ningún cadáver hay muestras de una sádica búsqueda de placer suplementaria obtenida por hacer sufrir a la víctima. Son incisiones muy estudiadas para no dañar la piel de los alrededores.
Nunca actuó en el mismo lugar y siempre utilizaba la misma arma, -una Beretta calibre 22, modelo Long Rifle-. En total ha disparado 66 proyectiles, todos de la marca Winchester y ha asesinado a 16 personas, pero de él apenas se sabe poco o nada a pesar de los numerosos perfiles psicológicos que han pretendido deducir su personalidad. La única certeza es que a pesar de los esfuerzos de la magistratura florentina, y tal vez a causa de varias pistas que durante varios años han sido ocultadas a la policía, el Monstruo de Florencia ha quedado impune.
La investigación duró ocho años, durante los cuales fueron interrogados más de 100,000 sospechosos, con la esperanza de que alguno de ellos fuese el asesino. Durante el año 1990, la atención se enfocó en un granjero de 68 años llamado Pietro Pacciani, conocido en la localidad de Mercatale por su afición a la caza y a disecar las piezas capturadas. Lo que provocó que se le considerase el principal sospechoso de los asesinatos.
Pacciani había sido detenido en el año 1951 por el asesinato de un vendedor ambulante al que había sorprendido durmiendo con su novia. Después de dispararle y apuñalarlo 19 veces, violó el cadáver de la víctima. Rápidamente fue sentenciado por el crimen y lo sancionaron a cumplir 13 años de condena firme. Tras salir de la cárcel se casó y trató de formar una familia, pero fue de nuevo detenido en el año 1987, y hasta 1991, por malos tratos físicos a su esposa y acoso sexual a sus dos hijas más jóvenes.
Desde el mismo día en que Pacciani fue detenido hasta las últimas entrevistas que le fueron realizadas antes de su muerte, siempre se proclamó "tan inocente como Cristo". Finalmente el fallo se emitió en su contra y le declararon culpable de seis de los ocho crímenes, a pesar de que no se tenía prueba alguna que demostrase su participación, tan sólo algunos cartuchos de calibre 22 que la policía halló en su domicilio.
Pacciani estuvo cumpliendo condena hasta el 13 de febrero de 1996 en que fue absuelto por un tribunal de apelación cuando contaba con 71 años, después de que llegasen a la determinación que no había pruebas que le inculpasen directamente como autor de los terribles crímenes del Monstruo.
El mismo día que el Tribunal de Justicia de Florencia absuelve de cada acusación a Pacciani, son detenidos por la supuesta implicación en los crímenes dos personas: Mario Vanni y Giancarlo Lotti. Determinan que los crímenes han sido cosa de la estrecha colaboración de Pietro Pacciani, Mario Vanni, Giancarlo Lotti y Giovanni Faggi. Todo esto sucedió de una manera tan rápida e imprevista que muchos ciudadanos italianos creían firmemente que los investigadores sólo estaban echando culpas para ganar tiempo ante un caso que no eran capaces de resolver.
Para complicarlo todo todavía más, la Corte Suprema Italiana revocó la decisión de libertad de Pacciani el 12 de diciembre de 1996, después de que Lotti confesase que él junto con Pacciani cometieron los crímenes. El 21 de mayo de 1997, Mario Vanni y Giancarlo Lotti fueron enjuiciados por su implicación en cinco de los dobles crímenes. Los dos fueron sentenciados a 26 años de prisión.
Pacciani nunca cumpliría esta condena porque el 23 de febrero de 1998 le encontraron muerto en extrañas circunstancias en el suelo de su casa con los pantalones bajados y su camisa alrededor del cuello. Como su cara aparecía azulada y desfigurada, la opinión inicial de la policía es que había muerto de un paro cardiaco, pero tras unos exámenes post mortem, se determinó que se había suicidado ingiriendo una gran cantidad de medicamentos, aunque desde el primer momento la misma policía sospechó que lo habían asesinado lentamente suministrándole medicamentos erróneos para su diabetes y sus problemas cardiacos. Así, tras la muerte del principal sospechoso, los investigadores decidieron cerrar el caso del Monstruo de Florencia, no sin antes asegurarse que Vanni y Lotti estaban encerrados detrás de los barrotes de la prisión, a pesar de la gran cantidad de preguntas sin respuesta y de los puntos oscuros que rodean el caso.
En agosto de 2001 algunos investigadores retoman de nuevo el caso del Monstruo sin querer dar demasiadas explicaciones. Sólo dicen que tienen nuevas pistas que les conducen a pensar que el Monstruo de Florencia puede tratarse de un grupo de unas diez o doce personas adineradas, miembros de una secta religiosa, que ordenaban y pagaban los "trabajos" a los tres campesinos.
Entre las personas que presuntamente integrarían el grupo "satánico" se encontrarían un conocido médico italiano y un pintor suizo para quien habría trabajado Pacciani como jardinero y en cuya casa se hallaron algunos recortes de prensa del juicio y varios dibujos de mujeres mutiladas, que según los investigadores, representaban a las víctimas del Monstruo. Hasta que la investigación esté completa, los detectives se niegan a facilitar datos sobre el Monstruo de Florencia. Dicen haber descubierto también algo muy significativo, y es que una persona habría estado pagando a Pacciani un total de 33,000 libras depositadas en varios plazos a lo largo de los años en los que fueron cometidos los crímenes, y que posteriormente le recetó unos medicamentos que en vez de curarle, le llevaron a la tumba porque sabía demasiado.
Un mes más tarde, en septiembre de 2001, varios investigadores invadían con una orden judicial las casas y oficinas de Aurelio Mattei, un psicólogo del Servicio Secreto Civil italiano (SISDE), y Francesco Bruno, un conocido criminólogo experto en psicopatología criminal de la Universidad de Roma, quien en 1985 realizó un perfil del asesino analizando su pulsión fetichista y religiosa, que nunca llegó a manos de la policía. Durante el registro les fueron confiscados varios disquetes, cuadernos y notas sobre los crimenes, fueron llevados a la comisaría para ser interrogados durante nueve horas seguidas sobre los homicidios, y luego puestos en libertad. Desde entonces no han sido detenidos formalmente, pero la policía ha dicho que estas dos personas podían haber ocultado y destruido pruebas, retrasando seriamente la investigación oficial. Indiferentemente a estos hechos, Vanni y Lotti permanecían encarcelados.
Desde estas últimas actuaciones policiales realizadas durante 2001 no se había vuelto a hablar del caso, hasta que el día 6 de julio de 2002 varios diarios italianos mencionaban unas mutilaciones sospechosas en unos tanatorios de Florencia. Al parecer, los empleados del complejo funerario Cappelle del Commiato se encontraron con que cinco de los cadáveres que estaban siendo velados mostraban unas extrañas incisiones en la cara.
Cuando sucedió el primer caso de mutilación en el cadáver de una anciana, creyeron que había sido desfigurada por algún animal, un perro tal vez, que habría entrado en el recinto, pero pronto desestimaron esa hipótesis por el tipo de cortes demasiado precisos. Un día después se percataron de que los cuerpos de otros dos cadáveres aparecían en un estado similar, y una inspección más detallada reveló que las mutilaciones habían implicado el retiro cuidadoso de algunos trozos de piel. Esto hizo que el Monstruo de Florencia volviera a ponerse en boca de todo el mundo y en el tanatorio se incrementaron las medidas de seguridad con más vigilancia nocturna dentro y fuera del edificio, pero la persona que realizó las curiosas incisiones parecía conocer perfectamente el recinto y burló todos los dispositivos, no dejándose capturar ni por las cámaras recién instaladas.
La policía ha comenzado a investigar estas mutilaciones, y algunos agentes han llegado a declarar abiertamente la relación de este fenómeno con el misterioso asesino en serie. Mientras tanto, el caso del Monstruo de Florencia sigue sin resolverse
Los agentes de policía acudieron a una casa de la calle Harris en respuesta a una llamada telefónica de un vecino. Los agentes no estaban preparados para el espectáculo que les acogió cuando entraron en el piso: los suelos, las paredes y el mobiliario de la mayoría de las habitaciones estaban cubiertos de sangre; pero lo que más les revolvió el estómago fue ver a 4 personas acostadas en el centro de aquella carnicería, durmiendo tan plácidamente como en un hotel de cinco estrellas, con los restos de una comida china para llevar, y compartiendo el espacio con charcos de sangre coagulada. Los 3 hombres y una mujer fueron arrestados inmediatamente y los agentes tuvieron que enfrentarse al enigma de cual podía ser la fuente de toda aquella sangre.
La respuesta no tardó en llegar. Después del amanecer se descubrió el primero de varios fragmentos de un cuerpo masculino desmembrado, metido en una bolsa de basura tirada en un solar de Camberwell; hallazgo que fue seguido por el de otra bolsa con más despojos horrendos, entre los que estaban una mano derecha y dos piernas.
El examen del torso reveló numerosos tatuajes entre los que estaban la palabra "Satán", junto con las letras "OZ" o "OS" y una cruz dentro de un circulo. En los nudillos de una mano tenía la palabra "LOVE", lo que hacía suponer que en la otra se encontraría la palabra "HATE".
Al día siguiente se encontró otra bolsa con la cabeza de la víctima en la calle Harris. Se le identifico como Donald Ryan, de 47 años.
Los cuatro detenidos, Jonh Bowden, Shirley Brindle, Michael Ward y David Begley, fueron acusados del asesinato de Ryan a la espera de juicio. Éste dio comienzo el 19 de Noviembre de 1981. El fiscal contó a la sala cómo Ryan había sido llevado a la casa con el fin de robarle. Los cinco se sentaron a la mesa donde ingirieron grandes cantidades de sidra y en un momento dado golpearon a Ryan en la cabeza con una botella vacía. Tras registrar sus bolsillos y sacarle el poco dinero que llevaba lo sumergieron semiinconsciente en agua hirviendo. Posteriormente, según se contó en el juicio, el cuerpo de Donald Ryan, que seguía vivo, fue cortado en pedazos lentamente con una sierra, un machete y un cuchillo electrico de cocina.
Antes de que esta horrible actividad hubiera terminado, el primo de Michael Ward (16 años) y un amiguito suyo, se presentaron en la casa. Ward les abrió la puerta desnudo hasta la cintura con las manos llenas de sangre y el rostro cubierto de manchas rojas. Los 2 niños asustados por su aspecto y los ruidos y golpes que se escuchaban decidieron marcharse asustados.
Mientras los hombres terminaban de empaquetar los fragmentos de Ryan, la mujer salió de casa para ir a buscar la cena a un restaurante chino. Tras cenar se fueron de copas donde montaron algunos altercados (a un hombre le tuvieron que dar 30 puntos en la cara).
Las fotos tomadas y presentadas en el juicio como pruebas eran de tal crudeza que obligaron a 3 personas del jurado a abandonar la sala antes de que el juicio llegara a su fin. Finalmente fueron considerados culpables de asesinato. Cuando el juez sentenció a cadena perpetua a John Bowden, éste replicó así: "¡Viejo Bastardo! ¡Espero que te mueras de cáncer!".
Georg Karl Grossman http://www.pasarmiedo.com/georg_grossman.php
Georg Karl Grossman fue uno de los personajes más desagradables de la historia de Alemania. Grossman era un monstruo en la vida real y estaba dominado por perversiones tan depravadas que parecen sacadas de las películas gore más atroces.
Nació en Neurupen en 1863 y fue un degenerado sexual y un sádico desde jovencito. Cuando murió había cumplido 3 condenas por abusos sexuales y físicos a niños algunos de los cuales acabaron con la muerte de la infantil víctima. En su juicio Georg declaró que también se había entregado a la bestialidad y la necrofilia.
En 1921 la policía fue alertada por un vecino de Grossman, que había oido unos golpes y gritos la casa de al lado. Cuando llegó la policía los golpes habían cesado, los gritos también. Pero cuando entraron en la casa de Georg hallaron una joven muerta, aun caliente, preparada para ser asada y consumida en una barbacoa.
Grossman llevaba 8 años viviendo en aquel apartamento y el número de chicas de la calle que pasaron por allí para satisfacer el apetito de Georg era tan grande, que se podría haber alimentedo a todo la población de Leganés con su carne durante 1 semana. Para hacerse una idea de la magnitud que alcanzaron las hazañas de Grossman solo hay que recurrir a la cantidad de restos humanos que fueron descubiertos en la habitación de Gerog cuando fue arrestado: partes de todo tipo de los cuerpos de al menos 3 mujeres distintas que había asesinado y descuartizado
en las 3 últimas semanas.
Pero lo suyo no acaba ahí. El hombre sabía sacar provecho económico de sus placeres y convertía a sus víctimas en perritos calientes que posteriormente vendía en la estación de tren. Georg Karl Grossman ahorraba dinero consumiendo sus propios productos. En cuanto a los restos inservibles, se limitaba a arrojarlos al río Spree.
No se sabe cunatas víctimas (todas mujeres) cayeron a manos de Georg; Ha sido imposible determinarlo.
Grossman acabó suicidandose en su celda mediante el ahorcamiento
La respuesta no tardó en llegar. Después del amanecer se descubrió el primero de varios fragmentos de un cuerpo masculino desmembrado, metido en una bolsa de basura tirada en un solar de Camberwell; hallazgo que fue seguido por el de otra bolsa con más despojos horrendos, entre los que estaban una mano derecha y dos piernas.
El examen del torso reveló numerosos tatuajes entre los que estaban la palabra "Satán", junto con las letras "OZ" o "OS" y una cruz dentro de un circulo. En los nudillos de una mano tenía la palabra "LOVE", lo que hacía suponer que en la otra se encontraría la palabra "HATE".
Al día siguiente se encontró otra bolsa con la cabeza de la víctima en la calle Harris. Se le identifico como Donald Ryan, de 47 años.
Los cuatro detenidos, Jonh Bowden, Shirley Brindle, Michael Ward y David Begley, fueron acusados del asesinato de Ryan a la espera de juicio. Éste dio comienzo el 19 de Noviembre de 1981. El fiscal contó a la sala cómo Ryan había sido llevado a la casa con el fin de robarle. Los cinco se sentaron a la mesa donde ingirieron grandes cantidades de sidra y en un momento dado golpearon a Ryan en la cabeza con una botella vacía. Tras registrar sus bolsillos y sacarle el poco dinero que llevaba lo sumergieron semiinconsciente en agua hirviendo. Posteriormente, según se contó en el juicio, el cuerpo de Donald Ryan, que seguía vivo, fue cortado en pedazos lentamente con una sierra, un machete y un cuchillo electrico de cocina.
Antes de que esta horrible actividad hubiera terminado, el primo de Michael Ward (16 años) y un amiguito suyo, se presentaron en la casa. Ward les abrió la puerta desnudo hasta la cintura con las manos llenas de sangre y el rostro cubierto de manchas rojas. Los 2 niños asustados por su aspecto y los ruidos y golpes que se escuchaban decidieron marcharse asustados.
Mientras los hombres terminaban de empaquetar los fragmentos de Ryan, la mujer salió de casa para ir a buscar la cena a un restaurante chino. Tras cenar se fueron de copas donde montaron algunos altercados (a un hombre le tuvieron que dar 30 puntos en la cara).
Las fotos tomadas y presentadas en el juicio como pruebas eran de tal crudeza que obligaron a 3 personas del jurado a abandonar la sala antes de que el juicio llegara a su fin. Finalmente fueron considerados culpables de asesinato. Cuando el juez sentenció a cadena perpetua a John Bowden, éste replicó así: "¡Viejo Bastardo! ¡Espero que te mueras de cáncer!".
Georg Karl Grossman http://www.pasarmiedo.com/georg_grossman.php
Georg Karl Grossman fue uno de los personajes más desagradables de la historia de Alemania. Grossman era un monstruo en la vida real y estaba dominado por perversiones tan depravadas que parecen sacadas de las películas gore más atroces.
Nació en Neurupen en 1863 y fue un degenerado sexual y un sádico desde jovencito. Cuando murió había cumplido 3 condenas por abusos sexuales y físicos a niños algunos de los cuales acabaron con la muerte de la infantil víctima. En su juicio Georg declaró que también se había entregado a la bestialidad y la necrofilia.
En 1921 la policía fue alertada por un vecino de Grossman, que había oido unos golpes y gritos la casa de al lado. Cuando llegó la policía los golpes habían cesado, los gritos también. Pero cuando entraron en la casa de Georg hallaron una joven muerta, aun caliente, preparada para ser asada y consumida en una barbacoa.
Grossman llevaba 8 años viviendo en aquel apartamento y el número de chicas de la calle que pasaron por allí para satisfacer el apetito de Georg era tan grande, que se podría haber alimentedo a todo la población de Leganés con su carne durante 1 semana. Para hacerse una idea de la magnitud que alcanzaron las hazañas de Grossman solo hay que recurrir a la cantidad de restos humanos que fueron descubiertos en la habitación de Gerog cuando fue arrestado: partes de todo tipo de los cuerpos de al menos 3 mujeres distintas que había asesinado y descuartizado
en las 3 últimas semanas.
Pero lo suyo no acaba ahí. El hombre sabía sacar provecho económico de sus placeres y convertía a sus víctimas en perritos calientes que posteriormente vendía en la estación de tren. Georg Karl Grossman ahorraba dinero consumiendo sus propios productos. En cuanto a los restos inservibles, se limitaba a arrojarlos al río Spree.
No se sabe cunatas víctimas (todas mujeres) cayeron a manos de Georg; Ha sido imposible determinarlo.
Grossman acabó suicidandose en su celda mediante el ahorcamiento
¿Sabías que muchas de las legendarias películas de terror estan inspiradas en el caso de Ed Gein?
Películas como Psicosis, o la matanza de texas, no hubieran existido de no ser por este psicópata. ¿Sientes curiosidad?, lee este artículo que cuanto menos te sorprenderá.
Plainfield, 1906, nace Edward Gein. A lo largo de su infancia, fue víctima de su perturbada madre. Mujer obsesionada por la religión, aborrece la sociedad y todo lo que la envuelve, para ella una sociedad llena de mentira y pecado.
Ella sentía asco por su marido, ya que representaba todo aquello que ella aborrecía. Un hombre detestable , aficionado a la bebida y a pegar a sus dos hijos.
Ed vivió su infancia en un ambiente represivo y prácticamente carecía de contacto con los chicos de su edad. Pronto se convertiría en un hombre excéntrico, solitario y tímido. A los 39 años, sufrió la pérdida de su madre y unos años antes la de su padre y su hermano mayor.
El 8 de Diciembre de 1954 un granjero entra en la taberna de Hogan cuando descubre un enorme reguero de sangre que atravesaba el suelo del local. La propietaria Mary Hogan, había desaparecido.
Las investigaciones del sheriff no obtuvieron su fruto y el caso inevitablemente quedó archivado.
Tres años más tarde, otro espantoso crimen tuvo lugar, en el pueblo, Ed Gein asesinaba a la dueña de la ferretería, Bernice Worden, también se hallaron manchas de sangre, y el cadáver había desaparecido. Pero esta vez, se encontró una pista esclarecedora, la última venta fue anotada por Bernice en el libro de contabilidad a nombre de Edward Gein.
Ed, pronto fue arrestado. Pero Cuando la policía fue hacia su casa para realizar el registro, no eran conscientes de lo que la casa de los horrores les iba a reservar.
Cuando el sheriff atravesó la puerta, se topó de pronto con algo al mirar hacia arriba pudo ver un cuerpo decapitado de mujer con un profundo agujero en el estómago. El cuerpo colgado del techo boca abajo y enganchado con un garfio por el tobillo y con un alambre sujetado el otro pie a una polea. El cuerpo estaba abierto en canal desde el pecho hasta la base del abdomen, y las vísceras le fueron extraidas.
Sin duda era el cuerpo de Bernice, cuyo cadáver ha pasado a los anales retratado en una fotografía clásica.
Si quieres ver la fotografía, aunque no te lo aconsejo, haz clic aquí. Te arrepentirás.
Es difícil creer que un ser humano sea capaz de realizar algo así.
La casa estaba llena de basura y desperdicios por todas partes, latas, revistas pornográficas, de anatomía humana, de terror, había escrementos por los suelos, muebles tirados, el nausebundo olor inundaba las habitaciones, se hacía casi imposible respirar.
Pero esto era solo el principio, pronto los policías pudieron ser testigos de todo el espantoso horror que se escondía en esa casa....
En la cocina, centro de los macabros acontecimientos, habían varios cráneos esparcidos por el suelo, algunos servían de cuencos y otros yacían intactos. Varias cajas contenían restos de cadáveres imposibles de ser identificados.
Ed, aprovechó sus habilidades, para hacer utensilios de cocina con huesos, forró los muebles de su casa con piel humana, incluso fue capaz de confeccionar un cinturón de pezones. Las paredes de su habitación mostraban una colección de máscaras hechas con tiras de piel y pelo procedentes de auténticos rostros humanos.
La única habitación que parecía normal, se la encontraron sellada con tablones en la puerta, estaba perfectamente ordenada. Era la habitación de su madre, que desde que muriera en 1945, había permanecido cerrada.
Ed Gein, en su interrogatorio dijo que su madre, una vez ya muerta, continuaba visitándolo y arropándolo antes de dormirse, durante unos años. A partir de ahí, Ed, desarrolló un gran interés por la anatomía humana. Le fascinó enterarse de la realización de la primera operación de cambio de sexo de la historia, incluso tenía en mente realizársela.
Gein declaró, que tan solo recordaba muy confusamente, haber matado a Bernice Worden, y que los otros restos encontrados en la casa, pertenecían a nueve cadáveres sacados de sus tumbas, si, él sentía una profunda necesidad de profanar tumbas. En ocasiones, incluso conociendo a las víctimas, si se enteraba de una muerte, este acudía al cementerio y sacaba el cadáver, luego volvía a rellenar el hueco, y se los llevaba a la casa de los horrores.
Sus rasgos de personalidad venían marcados por el fetichismo, voyerismo, travestismo y se presume que probablemente necrofília.
Esas perversiones provenían de una profunda psicosis que tenía su origen en la relación traumática madre e hijo. Los psiquiatras que acometieron su caso, barajaban la posibilidad de que Ed tuviera "Complejo de Edipo", es decir, de muy niño estaba enamorado de su madre, y tras múltiples intentos de recibir su cariño, ésta se lo negó tratándolo con desprecio, y siempre se quedó con el deseo del cariño de una madre. Entre el amor y el odio, desarrolló una grave dolencia mental que le llevó a querer encontrar a la mujer que ocupara el puesto de su madre una vez ésta murió.
Películas como Psicosis, o la matanza de texas, no hubieran existido de no ser por este psicópata. ¿Sientes curiosidad?, lee este artículo que cuanto menos te sorprenderá.
Plainfield, 1906, nace Edward Gein. A lo largo de su infancia, fue víctima de su perturbada madre. Mujer obsesionada por la religión, aborrece la sociedad y todo lo que la envuelve, para ella una sociedad llena de mentira y pecado.
Ella sentía asco por su marido, ya que representaba todo aquello que ella aborrecía. Un hombre detestable , aficionado a la bebida y a pegar a sus dos hijos.
Ed vivió su infancia en un ambiente represivo y prácticamente carecía de contacto con los chicos de su edad. Pronto se convertiría en un hombre excéntrico, solitario y tímido. A los 39 años, sufrió la pérdida de su madre y unos años antes la de su padre y su hermano mayor.
El 8 de Diciembre de 1954 un granjero entra en la taberna de Hogan cuando descubre un enorme reguero de sangre que atravesaba el suelo del local. La propietaria Mary Hogan, había desaparecido.
Las investigaciones del sheriff no obtuvieron su fruto y el caso inevitablemente quedó archivado.
Tres años más tarde, otro espantoso crimen tuvo lugar, en el pueblo, Ed Gein asesinaba a la dueña de la ferretería, Bernice Worden, también se hallaron manchas de sangre, y el cadáver había desaparecido. Pero esta vez, se encontró una pista esclarecedora, la última venta fue anotada por Bernice en el libro de contabilidad a nombre de Edward Gein.
Ed, pronto fue arrestado. Pero Cuando la policía fue hacia su casa para realizar el registro, no eran conscientes de lo que la casa de los horrores les iba a reservar.
Cuando el sheriff atravesó la puerta, se topó de pronto con algo al mirar hacia arriba pudo ver un cuerpo decapitado de mujer con un profundo agujero en el estómago. El cuerpo colgado del techo boca abajo y enganchado con un garfio por el tobillo y con un alambre sujetado el otro pie a una polea. El cuerpo estaba abierto en canal desde el pecho hasta la base del abdomen, y las vísceras le fueron extraidas.
Sin duda era el cuerpo de Bernice, cuyo cadáver ha pasado a los anales retratado en una fotografía clásica.
Si quieres ver la fotografía, aunque no te lo aconsejo, haz clic aquí. Te arrepentirás.
Es difícil creer que un ser humano sea capaz de realizar algo así.
La casa estaba llena de basura y desperdicios por todas partes, latas, revistas pornográficas, de anatomía humana, de terror, había escrementos por los suelos, muebles tirados, el nausebundo olor inundaba las habitaciones, se hacía casi imposible respirar.
Pero esto era solo el principio, pronto los policías pudieron ser testigos de todo el espantoso horror que se escondía en esa casa....
En la cocina, centro de los macabros acontecimientos, habían varios cráneos esparcidos por el suelo, algunos servían de cuencos y otros yacían intactos. Varias cajas contenían restos de cadáveres imposibles de ser identificados.
Ed, aprovechó sus habilidades, para hacer utensilios de cocina con huesos, forró los muebles de su casa con piel humana, incluso fue capaz de confeccionar un cinturón de pezones. Las paredes de su habitación mostraban una colección de máscaras hechas con tiras de piel y pelo procedentes de auténticos rostros humanos.
La única habitación que parecía normal, se la encontraron sellada con tablones en la puerta, estaba perfectamente ordenada. Era la habitación de su madre, que desde que muriera en 1945, había permanecido cerrada.
Ed Gein, en su interrogatorio dijo que su madre, una vez ya muerta, continuaba visitándolo y arropándolo antes de dormirse, durante unos años. A partir de ahí, Ed, desarrolló un gran interés por la anatomía humana. Le fascinó enterarse de la realización de la primera operación de cambio de sexo de la historia, incluso tenía en mente realizársela.
Gein declaró, que tan solo recordaba muy confusamente, haber matado a Bernice Worden, y que los otros restos encontrados en la casa, pertenecían a nueve cadáveres sacados de sus tumbas, si, él sentía una profunda necesidad de profanar tumbas. En ocasiones, incluso conociendo a las víctimas, si se enteraba de una muerte, este acudía al cementerio y sacaba el cadáver, luego volvía a rellenar el hueco, y se los llevaba a la casa de los horrores.
Sus rasgos de personalidad venían marcados por el fetichismo, voyerismo, travestismo y se presume que probablemente necrofília.
Esas perversiones provenían de una profunda psicosis que tenía su origen en la relación traumática madre e hijo. Los psiquiatras que acometieron su caso, barajaban la posibilidad de que Ed tuviera "Complejo de Edipo", es decir, de muy niño estaba enamorado de su madre, y tras múltiples intentos de recibir su cariño, ésta se lo negó tratándolo con desprecio, y siempre se quedó con el deseo del cariño de una madre. Entre el amor y el odio, desarrolló una grave dolencia mental que le llevó a querer encontrar a la mujer que ocupara el puesto de su madre una vez ésta murió.
Todo un misterio, ya que su verdadera identidad nunca se supo. Aunque todas las hipótesis y descripciones policiales apuntaban a James Maybrick, pero jamás se encontraron pruebas definitivas que lo inculparan.
A finales del siglo XIX, Londres, la capital inglesa, era la metrópoli del imperio inglés. La zona más marginal la componían los barrios bajos, al este Londinense, el llamado "East End". El otro lado, "West End", era donde habitaba la clase alta inglesa. Pero dentro de los barrios bajos de East End se ubicaba el distrito de Whitechapel, uno de los más pobres y conflictivos. Es aquí donde nuestro amigo tuvo su coto de caza durante 1988.
Jack el destripador era un hombre de mediana estatura, iba muy bien vestido y solía frecuentar las calles del barrio Whitechapel ( Londres), calles oscuras y nebulosas, alumbradas por pequeños farolillos y velas. Era en esas noches cuando Jack acudía para visitar a las prostitutas que abundaban en aquellas calles del Londres más marginal.
Sus crímenes pronto se harían famosos, envolviendo de miedo las calles de Whitechapel. Sus víctimas se encontraron en un estado desolador. El asesino, con la precisión de un magnífico cirujano de la época, habría en canal a sus víctimas, dejando a la vista todo lo que ellas llevaban dentro. Las viscerales imágenes con las que se encontraron los testigos de aquellas atrocidades, solo eran comparables con la expresión de los rostros de sus víctimas.
Preocupados por la situación que provocaban los crímenes, un grupo de comerciantes, crearon el llamado "Comité de vigilancia de Whitechapel", su presidente George Aldin Lusk, sufriría un buen sobresalto el 16 de octubre de 1888, en su propio domicilio, cuando al abrir la caja de cartón que recibió vio que en ella había un riñón humano conservado en alcohol. Acompañando al souvenir iba una nota con letra irregular, tosca y plagada de errores gramaticales, decía: ".Desde el infierno. Mr. Lusk: Señor. Le envío la mitad del riñón que saqué de una mujer. La otra mitad la freí y me la comí, estaba muy buena. Puedo mandarle el cuchillo ensangrentado con que lo saqué sólo si espara un poco. Firmado. Atrápame si puedes. Mr. Lusk."
Martha Tabram, fue encontrada tirada en la calle, sobre un gran charco de sangre la mañana del 7 de agosto de 1888. Su cuerpo presentaba 39 heridas de arma blanca. La crueldad de la matanza, junto con el hecho de que se había llevado a término sin que nadie escuchara el más mínimo ruido, fue objeto de considerable confusión y preocupación en la zona.
Martha Tabram
Su segunda víctima, Mary Ann Nichols, su cuerpo sin vida fue encontrado en la madrugada el 31 de agosto. el cadáver reflejaba que en el momento de los hechos se llegaron a utilizar dos cuchillos que al parecer, podían ser instrumentos de cirugía, lo que hizo pensar que se tratase de un médico.
Mary Ann Nichols
Annie Chapman, fue asesinada el 8 de septiembre de 1888, su cuerpo había sido minuciosamente destripado y presentaba un corte en la traquea.
Annie Chapman
Elizabeth Stride, asesinada el 30 de septiembre de 1888, de forma brutal, su cabeza estaba casi completamente separada del cuerpo, destripada (al igual que las demás) pero de una manera profesional, lo que delataba que el asesino o asesinos tenían conocimientos de cirugía.
Elizabeth Stride
También el 30 de septiembre fue hallada en Mitre Square, Catherine Eddowes. La encontraron con la nariz mutilada, degollada y abierta en canal desde la vagina al esternón. Jack el destripador, le extrajo el útero que ocupaba un feto, sí, Catherine estaba embarazada. Al cadáver también le faltaba un riñón, el riñón que más tarde recibiría Mr Lusk.
Catherine Eddowes
Se comentaba que el asesino llevaba los cuchillos en una bolsa de cuero negra y que tenía los saberes prácticos de un médico, eso sin duda, ya que cirujanos que intervinieron en las investigaciones judiciales así lo aseguraron.
El 28 de septiembre, la Agencia Estatal de noticias recibió una nota firmada por el propio Jack el destripador: " odio a las prostitutas y seguiré destripándolas hasta que me canse" ( ésta era su justificación, las odiaba, pero ¿por qué?). Este mensaje alarmó a la población londinense del siglo XIX.
Un día después, la agencia central de noticias de Londres, recibió otra nota, pero esta vez, escrita en tinta roja y en la que Jack relataba que había sido sorprendido cuando se disponía a mutilar a la primera víctima de aquella noche, y que la segunda gritó y estuvo a punto de descubrirle. Estas notas escritas poco después de cada brutal asesinato, reflejaban sin duda las ganas de Jack, por hacer saber al mundo de lo que era capaz.
James Maybrick
Pronto Scotland Yard, siguió sus pasos, y las únicas conclusiones a las que estaban llegando, eran que el asesino podía ser un médico o incluso llegaron a pensar que podía ser una agente ruso que se burlaba de las autoridades Londinenses.
La última víctima Mary Jane Kelly, de 25 años, fue vista por última vez por George Hutchinson quien aseguró que la acompañaba un hombre de estatura media, bien vestido con sombrero de caza y bigote rubio.
A Mary Jane la encontraron en la habitación que alquilaba de la calle Miller´s Court, 13, sobre la cama tendida, boca abajo, desnuda y con las orejas, la nariz y senos arrancados. Hubo gente que aseguró que Jack el destripador era un famoso médico que vengaba la muerte de su hijo, quien había contraído una enfermedad con prostitutas e incluso se dijo que el asesino podía ser algún miembro de la familia real, concretamente Edward, el duque de Clarence, hijo del rey Eduardo VII que murió a los 28 años, curiosamente poco después de los asesinatos. A pesar de los testimonios y las numerosas pruebas, la verdadera identidad de Jack el destripador, seguía envuelto en el más oscuro de los misterios. Pero los rumores, de las gentes del barrio Whitechapel, parecían esclarecer el enigma y todo apuntaba que el hombre que realizaba esos brutales asesinatos fuera alguien de la alta sociedad, alguien que por mucho que hiciese nunca podría llegar a ser condenado, alguien ¿como James Maybrick?.
A finales del siglo XIX, Londres, la capital inglesa, era la metrópoli del imperio inglés. La zona más marginal la componían los barrios bajos, al este Londinense, el llamado "East End". El otro lado, "West End", era donde habitaba la clase alta inglesa. Pero dentro de los barrios bajos de East End se ubicaba el distrito de Whitechapel, uno de los más pobres y conflictivos. Es aquí donde nuestro amigo tuvo su coto de caza durante 1988.
Jack el destripador era un hombre de mediana estatura, iba muy bien vestido y solía frecuentar las calles del barrio Whitechapel ( Londres), calles oscuras y nebulosas, alumbradas por pequeños farolillos y velas. Era en esas noches cuando Jack acudía para visitar a las prostitutas que abundaban en aquellas calles del Londres más marginal.
Sus crímenes pronto se harían famosos, envolviendo de miedo las calles de Whitechapel. Sus víctimas se encontraron en un estado desolador. El asesino, con la precisión de un magnífico cirujano de la época, habría en canal a sus víctimas, dejando a la vista todo lo que ellas llevaban dentro. Las viscerales imágenes con las que se encontraron los testigos de aquellas atrocidades, solo eran comparables con la expresión de los rostros de sus víctimas.
Preocupados por la situación que provocaban los crímenes, un grupo de comerciantes, crearon el llamado "Comité de vigilancia de Whitechapel", su presidente George Aldin Lusk, sufriría un buen sobresalto el 16 de octubre de 1888, en su propio domicilio, cuando al abrir la caja de cartón que recibió vio que en ella había un riñón humano conservado en alcohol. Acompañando al souvenir iba una nota con letra irregular, tosca y plagada de errores gramaticales, decía: ".Desde el infierno. Mr. Lusk: Señor. Le envío la mitad del riñón que saqué de una mujer. La otra mitad la freí y me la comí, estaba muy buena. Puedo mandarle el cuchillo ensangrentado con que lo saqué sólo si espara un poco. Firmado. Atrápame si puedes. Mr. Lusk."
Martha Tabram, fue encontrada tirada en la calle, sobre un gran charco de sangre la mañana del 7 de agosto de 1888. Su cuerpo presentaba 39 heridas de arma blanca. La crueldad de la matanza, junto con el hecho de que se había llevado a término sin que nadie escuchara el más mínimo ruido, fue objeto de considerable confusión y preocupación en la zona.
Martha Tabram
Su segunda víctima, Mary Ann Nichols, su cuerpo sin vida fue encontrado en la madrugada el 31 de agosto. el cadáver reflejaba que en el momento de los hechos se llegaron a utilizar dos cuchillos que al parecer, podían ser instrumentos de cirugía, lo que hizo pensar que se tratase de un médico.
Mary Ann Nichols
Annie Chapman, fue asesinada el 8 de septiembre de 1888, su cuerpo había sido minuciosamente destripado y presentaba un corte en la traquea.
Annie Chapman
Elizabeth Stride, asesinada el 30 de septiembre de 1888, de forma brutal, su cabeza estaba casi completamente separada del cuerpo, destripada (al igual que las demás) pero de una manera profesional, lo que delataba que el asesino o asesinos tenían conocimientos de cirugía.
Elizabeth Stride
También el 30 de septiembre fue hallada en Mitre Square, Catherine Eddowes. La encontraron con la nariz mutilada, degollada y abierta en canal desde la vagina al esternón. Jack el destripador, le extrajo el útero que ocupaba un feto, sí, Catherine estaba embarazada. Al cadáver también le faltaba un riñón, el riñón que más tarde recibiría Mr Lusk.
Catherine Eddowes
Se comentaba que el asesino llevaba los cuchillos en una bolsa de cuero negra y que tenía los saberes prácticos de un médico, eso sin duda, ya que cirujanos que intervinieron en las investigaciones judiciales así lo aseguraron.
El 28 de septiembre, la Agencia Estatal de noticias recibió una nota firmada por el propio Jack el destripador: " odio a las prostitutas y seguiré destripándolas hasta que me canse" ( ésta era su justificación, las odiaba, pero ¿por qué?). Este mensaje alarmó a la población londinense del siglo XIX.
Un día después, la agencia central de noticias de Londres, recibió otra nota, pero esta vez, escrita en tinta roja y en la que Jack relataba que había sido sorprendido cuando se disponía a mutilar a la primera víctima de aquella noche, y que la segunda gritó y estuvo a punto de descubrirle. Estas notas escritas poco después de cada brutal asesinato, reflejaban sin duda las ganas de Jack, por hacer saber al mundo de lo que era capaz.
James Maybrick
Pronto Scotland Yard, siguió sus pasos, y las únicas conclusiones a las que estaban llegando, eran que el asesino podía ser un médico o incluso llegaron a pensar que podía ser una agente ruso que se burlaba de las autoridades Londinenses.
La última víctima Mary Jane Kelly, de 25 años, fue vista por última vez por George Hutchinson quien aseguró que la acompañaba un hombre de estatura media, bien vestido con sombrero de caza y bigote rubio.
A Mary Jane la encontraron en la habitación que alquilaba de la calle Miller´s Court, 13, sobre la cama tendida, boca abajo, desnuda y con las orejas, la nariz y senos arrancados. Hubo gente que aseguró que Jack el destripador era un famoso médico que vengaba la muerte de su hijo, quien había contraído una enfermedad con prostitutas e incluso se dijo que el asesino podía ser algún miembro de la familia real, concretamente Edward, el duque de Clarence, hijo del rey Eduardo VII que murió a los 28 años, curiosamente poco después de los asesinatos. A pesar de los testimonios y las numerosas pruebas, la verdadera identidad de Jack el destripador, seguía envuelto en el más oscuro de los misterios. Pero los rumores, de las gentes del barrio Whitechapel, parecían esclarecer el enigma y todo apuntaba que el hombre que realizaba esos brutales asesinatos fuera alguien de la alta sociedad, alguien que por mucho que hiciese nunca podría llegar a ser condenado, alguien ¿como James Maybrick?.
bueno espero que os guste feliz halloween no pongo imagenes porque fijo que me borran el post
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