historia de los asesinos en serie mas famoso

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marzo 9, 2008
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El monstruo de florencia http://www.pasarmiedo.com/el_monstruo_de_florencia.php
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El asesino, bautizado como el "Monstruo de Florencia", actuaba en noches de verano en las que jóvenes parejas buscaban intimidad dentro de un vehículo, lejos de miradas indiscretas. Cuando empezaban a quitarse la ropa, un hombre salía de la nada y en silencio les disparaba, apuñalaba y mutilaba los órganos sexuales de la mujer. Luego, se llevaba su vagina y su seno izquierdo como sendos trofeos, sin dejar testigos o alguna pista que hicieran posible su captura.

Fueron 16 crímenes a lo largo de 18 años. Crímenes sin móvil aparente, todos cometidos en noches sin luna, poco antes de medianoche. Aterrorizó no sólo esa provincia, sino a toda Italia entre los años 1968 y 1985.

Desde principio de los años ochenta varios expertos trataron de realizar un perfil psicológico del asesino, unas veces por solicitud de las autoridades que trabajaban en el caso, y otras por cuenta propia. Uno de estos retratos, sin lugar a duda el más completo, lo llevó a cabo el grupo de criminólogos de la Universidad de Módena, Francesco De Fazio, Salvatore Luberto e Ivan Galliani. Estos hombres elaboraron un extenso informe de 150 páginas, en ellas tratan de responder a algunas de las preguntas que todos se habían estado haciendo, así como rasgos del Monstruo, tales como: su físico, edad, origen y nivel cultural, el modus operandi y la psicopatología del sujeto; después de realizar un estudio basado en los testimonios de los familiares y los policías, la necropsia de las víctimas, las fotos y reconstrucciones del delito y de haber examinado personalmente los lugares donde el Monstruo asesinó.

La conclusión del grupo fue: el asesino es un narcisista obsesivo con delirio de grandeza, que guarda dentro de sí un odio extremo hacia el amor físico, pero su locura es en cierto modo lúcida. Tiene una inteligencia extraordinaria, capaz de organizar y planear al detalle cada crimen, un conocimiento profundo de las zonas donde ataca y una mano precisa para llevar a cabo el delito sin vacilaciones. Cuando dispara siempre lo hace con un tiro certero a uno de los puntos vitales del cuerpo de la víctima, mostrando su destreza en el uso de las armas de fuego, y cuando mutila los órganos sexuales al cadáver lo hace con una precisión fuera de lo común.

Creen se trata de un varón de aproximadamente un metro ochenta, entre 35 y 40 años, con algún trastorno sexual, todos sus delitos tienen naturaleza sexual, como demuestra el aumento de componentes fetichistas y sádicos, lo que indica que tiene una sexualidad desarrollada sólo a nivel de la fantasía y que pudo haber llegado al crimen después de unas fases previas de vouyerismo y fetichismo. Por la precisión de los cortes, la amputación del pecho izquierdo de sus víctimas, su finalidad es de conservación; en ningún cadáver hay muestras de una sádica búsqueda de placer suplementaria obtenida por hacer sufrir a la víctima. Son incisiones muy estudiadas para no dañar la piel de los alrededores.

Nunca actuó en el mismo lugar y siempre utilizaba la misma arma, -una Beretta calibre 22, modelo Long Rifle-. En total ha disparado 66 proyectiles, todos de la marca Winchester y ha asesinado a 16 personas, pero de él apenas se sabe poco o nada a pesar de los numerosos perfiles psicológicos que han pretendido deducir su personalidad. La única certeza es que a pesar de los esfuerzos de la magistratura florentina, y tal vez a causa de varias pistas que durante varios años han sido ocultadas a la policía, el Monstruo de Florencia ha quedado impune.

La investigación duró ocho años, durante los cuales fueron interrogados más de 100,000 sospechosos, con la esperanza de que alguno de ellos fuese el asesino. Durante el año 1990, la atención se enfocó en un granjero de 68 años llamado Pietro Pacciani, conocido en la localidad de Mercatale por su afición a la caza y a disecar las piezas capturadas. Lo que provocó que se le considerase el principal sospechoso de los asesinatos.


Pacciani había sido detenido en el año 1951 por el asesinato de un vendedor ambulante al que había sorprendido durmiendo con su novia. Después de dispararle y apuñalarlo 19 veces, violó el cadáver de la víctima. Rápidamente fue sentenciado por el crimen y lo sancionaron a cumplir 13 años de condena firme. Tras salir de la cárcel se casó y trató de formar una familia, pero fue de nuevo detenido en el año 1987, y hasta 1991, por malos tratos físicos a su esposa y acoso sexual a sus dos hijas más jóvenes.

Desde el mismo día en que Pacciani fue detenido hasta las últimas entrevistas que le fueron realizadas antes de su muerte, siempre se proclamó "tan inocente como Cristo". Finalmente el fallo se emitió en su contra y le declararon culpable de seis de los ocho crímenes, a pesar de que no se tenía prueba alguna que demostrase su participación, tan sólo algunos cartuchos de calibre 22 que la policía halló en su domicilio.

Pacciani estuvo cumpliendo condena hasta el 13 de febrero de 1996 en que fue absuelto por un tribunal de apelación cuando contaba con 71 años, después de que llegasen a la determinación que no había pruebas que le inculpasen directamente como autor de los terribles crímenes del Monstruo.

El mismo día que el Tribunal de Justicia de Florencia absuelve de cada acusación a Pacciani, son detenidos por la supuesta implicación en los crímenes dos personas: Mario Vanni y Giancarlo Lotti. Determinan que los crímenes han sido cosa de la estrecha colaboración de Pietro Pacciani, Mario Vanni, Giancarlo Lotti y Giovanni Faggi. Todo esto sucedió de una manera tan rápida e imprevista que muchos ciudadanos italianos creían firmemente que los investigadores sólo estaban echando culpas para ganar tiempo ante un caso que no eran capaces de resolver.

Para complicarlo todo todavía más, la Corte Suprema Italiana revocó la decisión de libertad de Pacciani el 12 de diciembre de 1996, después de que Lotti confesase que él junto con Pacciani cometieron los crímenes. El 21 de mayo de 1997, Mario Vanni y Giancarlo Lotti fueron enjuiciados por su implicación en cinco de los dobles crímenes. Los dos fueron sentenciados a 26 años de prisión.

Pacciani nunca cumpliría esta condena porque el 23 de febrero de 1998 le encontraron muerto en extrañas circunstancias en el suelo de su casa con los pantalones bajados y su camisa alrededor del cuello. Como su cara aparecía azulada y desfigurada, la opinión inicial de la policía es que había muerto de un paro cardiaco, pero tras unos exámenes post mortem, se determinó que se había suicidado ingiriendo una gran cantidad de medicamentos, aunque desde el primer momento la misma policía sospechó que lo habían asesinado lentamente suministrándole medicamentos erróneos para su diabetes y sus problemas cardiacos. Así, tras la muerte del principal sospechoso, los investigadores decidieron cerrar el caso del Monstruo de Florencia, no sin antes asegurarse que Vanni y Lotti estaban encerrados detrás de los barrotes de la prisión, a pesar de la gran cantidad de preguntas sin respuesta y de los puntos oscuros que rodean el caso.

En agosto de 2001 algunos investigadores retoman de nuevo el caso del Monstruo sin querer dar demasiadas explicaciones. Sólo dicen que tienen nuevas pistas que les conducen a pensar que el Monstruo de Florencia puede tratarse de un grupo de unas diez o doce personas adineradas, miembros de una secta religiosa, que ordenaban y pagaban los "trabajos" a los tres campesinos.

Entre las personas que presuntamente integrarían el grupo "satánico" se encontrarían un conocido médico italiano y un pintor suizo para quien habría trabajado Pacciani como jardinero y en cuya casa se hallaron algunos recortes de prensa del juicio y varios dibujos de mujeres mutiladas, que según los investigadores, representaban a las víctimas del Monstruo. Hasta que la investigación esté completa, los detectives se niegan a facilitar datos sobre el Monstruo de Florencia. Dicen haber descubierto también algo muy significativo, y es que una persona habría estado pagando a Pacciani un total de 33,000 libras depositadas en varios plazos a lo largo de los años en los que fueron cometidos los crímenes, y que posteriormente le recetó unos medicamentos que en vez de curarle, le llevaron a la tumba porque sabía demasiado.

Un mes más tarde, en septiembre de 2001, varios investigadores invadían con una orden judicial las casas y oficinas de Aurelio Mattei, un psicólogo del Servicio Secreto Civil italiano (SISDE), y Francesco Bruno, un conocido criminólogo experto en psicopatología criminal de la Universidad de Roma, quien en 1985 realizó un perfil del asesino analizando su pulsión fetichista y religiosa, que nunca llegó a manos de la policía. Durante el registro les fueron confiscados varios disquetes, cuadernos y notas sobre los crimenes, fueron llevados a la comisaría para ser interrogados durante nueve horas seguidas sobre los homicidios, y luego puestos en libertad. Desde entonces no han sido detenidos formalmente, pero la policía ha dicho que estas dos personas podían haber ocultado y destruido pruebas, retrasando seriamente la investigación oficial. Indiferentemente a estos hechos, Vanni y Lotti permanecían encarcelados.

Desde estas últimas actuaciones policiales realizadas durante 2001 no se había vuelto a hablar del caso, hasta que el día 6 de julio de 2002 varios diarios italianos mencionaban unas mutilaciones sospechosas en unos tanatorios de Florencia. Al parecer, los empleados del complejo funerario Cappelle del Commiato se encontraron con que cinco de los cadáveres que estaban siendo velados mostraban unas extrañas incisiones en la cara.

Cuando sucedió el primer caso de mutilación en el cadáver de una anciana, creyeron que había sido desfigurada por algún animal, un perro tal vez, que habría entrado en el recinto, pero pronto desestimaron esa hipótesis por el tipo de cortes demasiado precisos. Un día después se percataron de que los cuerpos de otros dos cadáveres aparecían en un estado similar, y una inspección más detallada reveló que las mutilaciones habían implicado el retiro cuidadoso de algunos trozos de piel. Esto hizo que el Monstruo de Florencia volviera a ponerse en boca de todo el mundo y en el tanatorio se incrementaron las medidas de seguridad con más vigilancia nocturna dentro y fuera del edificio, pero la persona que realizó las curiosas incisiones parecía conocer perfectamente el recinto y burló todos los dispositivos, no dejándose capturar ni por las cámaras recién instaladas.

La policía ha comenzado a investigar estas mutilaciones, y algunos agentes han llegado a declarar abiertamente la relación de este fenómeno con el misterioso asesino en serie. Mientras tanto, el caso del Monstruo de Florencia sigue sin resolverse
John Bowden http://www.pasarmiedo.com/john_bowden.php
Los agentes de policía acudieron a una casa de la calle Harris en respuesta a una llamada telefónica de un vecino. Los agentes no estaban preparados para el espectáculo que les acogió cuando entraron en el piso: los suelos, las paredes y el mobiliario de la mayoría de las habitaciones estaban cubiertos de sangre; pero lo que más les revolvió el estómago fue ver a 4 personas acostadas en el centro de aquella carnicería, durmiendo tan plácidamente como en un hotel de cinco estrellas, con los restos de una comida china para llevar, y compartiendo el espacio con charcos de sangre coagulada. Los 3 hombres y una mujer fueron arrestados inmediatamente y los agentes tuvieron que enfrentarse al enigma de cual podía ser la fuente de toda aquella sangre.

La respuesta no tardó en llegar. Después del amanecer se descubrió el primero de varios fragmentos de un cuerpo masculino desmembrado, metido en una bolsa de basura tirada en un solar de Camberwell; hallazgo que fue seguido por el de otra bolsa con más despojos horrendos, entre los que estaban una mano derecha y dos piernas.

El examen del torso reveló numerosos tatuajes entre los que estaban la palabra "Satán", junto con las letras "OZ" o "OS" y una cruz dentro de un circulo. En los nudillos de una mano tenía la palabra "LOVE", lo que hacía suponer que en la otra se encontraría la palabra "HATE".

Al día siguiente se encontró otra bolsa con la cabeza de la víctima en la calle Harris. Se le identifico como Donald Ryan, de 47 años.

Los cuatro detenidos, Jonh Bowden, Shirley Brindle, Michael Ward y David Begley, fueron acusados del asesinato de Ryan a la espera de juicio. Éste dio comienzo el 19 de Noviembre de 1981. El fiscal contó a la sala cómo Ryan había sido llevado a la casa con el fin de robarle. Los cinco se sentaron a la mesa donde ingirieron grandes cantidades de sidra y en un momento dado golpearon a Ryan en la cabeza con una botella vacía. Tras registrar sus bolsillos y sacarle el poco dinero que llevaba lo sumergieron semiinconsciente en agua hirviendo. Posteriormente, según se contó en el juicio, el cuerpo de Donald Ryan, que seguía vivo, fue cortado en pedazos lentamente con una sierra, un machete y un cuchillo electrico de cocina.

Antes de que esta horrible actividad hubiera terminado, el primo de Michael Ward (16 años) y un amiguito suyo, se presentaron en la casa. Ward les abrió la puerta desnudo hasta la cintura con las manos llenas de sangre y el rostro cubierto de manchas rojas. Los 2 niños asustados por su aspecto y los ruidos y golpes que se escuchaban decidieron marcharse asustados.

Mientras los hombres terminaban de empaquetar los fragmentos de Ryan, la mujer salió de casa para ir a buscar la cena a un restaurante chino. Tras cenar se fueron de copas donde montaron algunos altercados (a un hombre le tuvieron que dar 30 puntos en la cara).

Las fotos tomadas y presentadas en el juicio como pruebas eran de tal crudeza que obligaron a 3 personas del jurado a abandonar la sala antes de que el juicio llegara a su fin. Finalmente fueron considerados culpables de asesinato. Cuando el juez sentenció a cadena perpetua a John Bowden, éste replicó así: "¡Viejo Bastardo! ¡Espero que te mueras de cáncer!".

Georg Karl Grossman http://www.pasarmiedo.com/georg_grossman.php
Georg Karl Grossman fue uno de los personajes más desagradables de la historia de Alemania. Grossman era un monstruo en la vida real y estaba dominado por perversiones tan depravadas que parecen sacadas de las películas gore más atroces.

Nació en Neurupen en 1863 y fue un degenerado sexual y un sádico desde jovencito. Cuando murió había cumplido 3 condenas por abusos sexuales y físicos a niños algunos de los cuales acabaron con la muerte de la infantil víctima. En su juicio Georg declaró que también se había entregado a la bestialidad y la necrofilia.

En 1921 la policía fue alertada por un vecino de Grossman, que había oido unos golpes y gritos la casa de al lado. Cuando llegó la policía los golpes habían cesado, los gritos también. Pero cuando entraron en la casa de Georg hallaron una joven muerta, aun caliente, preparada para ser asada y consumida en una barbacoa.

Grossman llevaba 8 años viviendo en aquel apartamento y el número de chicas de la calle que pasaron por allí para satisfacer el apetito de Georg era tan grande, que se podría haber alimentedo a todo la población de Leganés con su carne durante 1 semana. Para hacerse una idea de la magnitud que alcanzaron las hazañas de Grossman solo hay que recurrir a la cantidad de restos humanos que fueron descubiertos en la habitación de Gerog cuando fue arrestado: partes de todo tipo de los cuerpos de al menos 3 mujeres distintas que había asesinado y descuartizado
en las 3 últimas semanas.

Pero lo suyo no acaba ahí. El hombre sabía sacar provecho económico de sus placeres y convertía a sus víctimas en perritos calientes que posteriormente vendía en la estación de tren. Georg Karl Grossman ahorraba dinero consumiendo sus propios productos. En cuanto a los restos inservibles, se limitaba a arrojarlos al río Spree.

No se sabe cunatas víctimas (todas mujeres) cayeron a manos de Georg; Ha sido imposible determinarlo.

Grossman acabó suicidandose en su celda mediante el ahorcamiento
Ed gein http://www.pasarmiedo.com/ed_gein.php
¿Sabías que muchas de las legendarias películas de terror estan inspiradas en el caso de Ed Gein?

Películas como Psicosis, o la matanza de texas, no hubieran existido de no ser por este psicópata. ¿Sientes curiosidad?, lee este artículo que cuanto menos te sorprenderá.


Plainfield, 1906, nace Edward Gein. A lo largo de su infancia, fue víctima de su perturbada madre. Mujer obsesionada por la religión, aborrece la sociedad y todo lo que la envuelve, para ella una sociedad llena de mentira y pecado.

Ella sentía asco por su marido, ya que representaba todo aquello que ella aborrecía. Un hombre detestable , aficionado a la bebida y a pegar a sus dos hijos.
Ed vivió su infancia en un ambiente represivo y prácticamente carecía de contacto con los chicos de su edad. Pronto se convertiría en un hombre excéntrico, solitario y tímido. A los 39 años, sufrió la pérdida de su madre y unos años antes la de su padre y su hermano mayor.

El 8 de Diciembre de 1954 un granjero entra en la taberna de Hogan cuando descubre un enorme reguero de sangre que atravesaba el suelo del local. La propietaria Mary Hogan, había desaparecido.
Las investigaciones del sheriff no obtuvieron su fruto y el caso inevitablemente quedó archivado.


Tres años más tarde, otro espantoso crimen tuvo lugar, en el pueblo, Ed Gein asesinaba a la dueña de la ferretería, Bernice Worden, también se hallaron manchas de sangre, y el cadáver había desaparecido. Pero esta vez, se encontró una pista esclarecedora, la última venta fue anotada por Bernice en el libro de contabilidad a nombre de Edward Gein.

Ed, pronto fue arrestado. Pero Cuando la policía fue hacia su casa para realizar el registro, no eran conscientes de lo que la casa de los horrores les iba a reservar.


Cuando el sheriff atravesó la puerta, se topó de pronto con algo al mirar hacia arriba pudo ver un cuerpo decapitado de mujer con un profundo agujero en el estómago. El cuerpo colgado del techo boca abajo y enganchado con un garfio por el tobillo y con un alambre sujetado el otro pie a una polea. El cuerpo estaba abierto en canal desde el pecho hasta la base del abdomen, y las vísceras le fueron extraidas.

Sin duda era el cuerpo de Bernice, cuyo cadáver ha pasado a los anales retratado en una fotografía clásica.
Si quieres ver la fotografía, aunque no te lo aconsejo, haz clic aquí. Te arrepentirás.
Es difícil creer que un ser humano sea capaz de realizar algo así.

La casa estaba llena de basura y desperdicios por todas partes, latas, revistas pornográficas, de anatomía humana, de terror, había escrementos por los suelos, muebles tirados, el nausebundo olor inundaba las habitaciones, se hacía casi imposible respirar.
Pero esto era solo el principio, pronto los policías pudieron ser testigos de todo el espantoso horror que se escondía en esa casa....


En la cocina, centro de los macabros acontecimientos, habían varios cráneos esparcidos por el suelo, algunos servían de cuencos y otros yacían intactos. Varias cajas contenían restos de cadáveres imposibles de ser identificados.


Ed, aprovechó sus habilidades, para hacer utensilios de cocina con huesos, forró los muebles de su casa con piel humana, incluso fue capaz de confeccionar un cinturón de pezones. Las paredes de su habitación mostraban una colección de máscaras hechas con tiras de piel y pelo procedentes de auténticos rostros humanos.


La única habitación que parecía normal, se la encontraron sellada con tablones en la puerta, estaba perfectamente ordenada. Era la habitación de su madre, que desde que muriera en 1945, había permanecido cerrada.
Ed Gein, en su interrogatorio dijo que su madre, una vez ya muerta, continuaba visitándolo y arropándolo antes de dormirse, durante unos años. A partir de ahí, Ed, desarrolló un gran interés por la anatomía humana. Le fascinó enterarse de la realización de la primera operación de cambio de sexo de la historia, incluso tenía en mente realizársela.


Gein declaró, que tan solo recordaba muy confusamente, haber matado a Bernice Worden, y que los otros restos encontrados en la casa, pertenecían a nueve cadáveres sacados de sus tumbas, si, él sentía una profunda necesidad de profanar tumbas. En ocasiones, incluso conociendo a las víctimas, si se enteraba de una muerte, este acudía al cementerio y sacaba el cadáver, luego volvía a rellenar el hueco, y se los llevaba a la casa de los horrores.


Sus rasgos de personalidad venían marcados por el fetichismo, voyerismo, travestismo y se presume que probablemente necrofília.


Esas perversiones provenían de una profunda psicosis que tenía su origen en la relación traumática madre e hijo. Los psiquiatras que acometieron su caso, barajaban la posibilidad de que Ed tuviera "Complejo de Edipo", es decir, de muy niño estaba enamorado de su madre, y tras múltiples intentos de recibir su cariño, ésta se lo negó tratándolo con desprecio, y siempre se quedó con el deseo del cariño de una madre. Entre el amor y el odio, desarrolló una grave dolencia mental que le llevó a querer encontrar a la mujer que ocupara el puesto de su madre una vez ésta murió.
Jack el destripador http://www.pasarmiedo.com/jack_destripador.php

Todo un misterio, ya que su verdadera identidad nunca se supo. Aunque todas las hipótesis y descripciones policiales apuntaban a James Maybrick, pero jamás se encontraron pruebas definitivas que lo inculparan.

A finales del siglo XIX, Londres, la capital inglesa, era la metrópoli del imperio inglés. La zona más marginal la componían los barrios bajos, al este Londinense, el llamado "East End". El otro lado, "West End", era donde habitaba la clase alta inglesa. Pero dentro de los barrios bajos de East End se ubicaba el distrito de Whitechapel, uno de los más pobres y conflictivos. Es aquí donde nuestro amigo tuvo su coto de caza durante 1988.

Jack el destripador era un hombre de mediana estatura, iba muy bien vestido y solía frecuentar las calles del barrio Whitechapel ( Londres), calles oscuras y nebulosas, alumbradas por pequeños farolillos y velas. Era en esas noches cuando Jack acudía para visitar a las prostitutas que abundaban en aquellas calles del Londres más marginal.

Sus crímenes pronto se harían famosos, envolviendo de miedo las calles de Whitechapel. Sus víctimas se encontraron en un estado desolador. El asesino, con la precisión de un magnífico cirujano de la época, habría en canal a sus víctimas, dejando a la vista todo lo que ellas llevaban dentro. Las viscerales imágenes con las que se encontraron los testigos de aquellas atrocidades, solo eran comparables con la expresión de los rostros de sus víctimas.


Preocupados por la situación que provocaban los crímenes, un grupo de comerciantes, crearon el llamado "Comité de vigilancia de Whitechapel", su presidente George Aldin Lusk, sufriría un buen sobresalto el 16 de octubre de 1888, en su propio domicilio, cuando al abrir la caja de cartón que recibió vio que en ella había un riñón humano conservado en alcohol. Acompañando al souvenir iba una nota con letra irregular, tosca y plagada de errores gramaticales, decía: ".Desde el infierno. Mr. Lusk: Señor. Le envío la mitad del riñón que saqué de una mujer. La otra mitad la freí y me la comí, estaba muy buena. Puedo mandarle el cuchillo ensangrentado con que lo saqué sólo si espara un poco. Firmado. Atrápame si puedes. Mr. Lusk."

Martha Tabram, fue encontrada tirada en la calle, sobre un gran charco de sangre la mañana del 7 de agosto de 1888. Su cuerpo presentaba 39 heridas de arma blanca. La crueldad de la matanza, junto con el hecho de que se había llevado a término sin que nadie escuchara el más mínimo ruido, fue objeto de considerable confusión y preocupación en la zona.


Martha Tabram

Su segunda víctima, Mary Ann Nichols, su cuerpo sin vida fue encontrado en la madrugada el 31 de agosto. el cadáver reflejaba que en el momento de los hechos se llegaron a utilizar dos cuchillos que al parecer, podían ser instrumentos de cirugía, lo que hizo pensar que se tratase de un médico.


Mary Ann Nichols

Annie Chapman, fue asesinada el 8 de septiembre de 1888, su cuerpo había sido minuciosamente destripado y presentaba un corte en la traquea.


Annie Chapman

Elizabeth Stride, asesinada el 30 de septiembre de 1888, de forma brutal, su cabeza estaba casi completamente separada del cuerpo, destripada (al igual que las demás) pero de una manera profesional, lo que delataba que el asesino o asesinos tenían conocimientos de cirugía.


Elizabeth Stride

También el 30 de septiembre fue hallada en Mitre Square, Catherine Eddowes. La encontraron con la nariz mutilada, degollada y abierta en canal desde la vagina al esternón. Jack el destripador, le extrajo el útero que ocupaba un feto, sí, Catherine estaba embarazada. Al cadáver también le faltaba un riñón, el riñón que más tarde recibiría Mr Lusk.


Catherine Eddowes

Se comentaba que el asesino llevaba los cuchillos en una bolsa de cuero negra y que tenía los saberes prácticos de un médico, eso sin duda, ya que cirujanos que intervinieron en las investigaciones judiciales así lo aseguraron.

El 28 de septiembre, la Agencia Estatal de noticias recibió una nota firmada por el propio Jack el destripador: " odio a las prostitutas y seguiré destripándolas hasta que me canse" ( ésta era su justificación, las odiaba, pero ¿por qué?). Este mensaje alarmó a la población londinense del siglo XIX.

Un día después, la agencia central de noticias de Londres, recibió otra nota, pero esta vez, escrita en tinta roja y en la que Jack relataba que había sido sorprendido cuando se disponía a mutilar a la primera víctima de aquella noche, y que la segunda gritó y estuvo a punto de descubrirle. Estas notas escritas poco después de cada brutal asesinato, reflejaban sin duda las ganas de Jack, por hacer saber al mundo de lo que era capaz.


James Maybrick
Pronto Scotland Yard, siguió sus pasos, y las únicas conclusiones a las que estaban llegando, eran que el asesino podía ser un médico o incluso llegaron a pensar que podía ser una agente ruso que se burlaba de las autoridades Londinenses.

La última víctima Mary Jane Kelly, de 25 años, fue vista por última vez por George Hutchinson quien aseguró que la acompañaba un hombre de estatura media, bien vestido con sombrero de caza y bigote rubio.

A Mary Jane la encontraron en la habitación que alquilaba de la calle Miller´s Court, 13, sobre la cama tendida, boca abajo, desnuda y con las orejas, la nariz y senos arrancados. Hubo gente que aseguró que Jack el destripador era un famoso médico que vengaba la muerte de su hijo, quien había contraído una enfermedad con prostitutas e incluso se dijo que el asesino podía ser algún miembro de la familia real, concretamente Edward, el duque de Clarence, hijo del rey Eduardo VII que murió a los 28 años, curiosamente poco después de los asesinatos. A pesar de los testimonios y las numerosas pruebas, la verdadera identidad de Jack el destripador, seguía envuelto en el más oscuro de los misterios. Pero los rumores, de las gentes del barrio Whitechapel, parecían esclarecer el enigma y todo apuntaba que el hombre que realizaba esos brutales asesinatos fuera alguien de la alta sociedad, alguien que por mucho que hiciese nunca podría llegar a ser condenado, alguien ¿como James Maybrick?.

bueno espero que os guste feliz halloween no pongo imagenes porque fijo que me borran el post
 
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Jesse Pomeroy http://www.pasarmiedo.com/Jesse_Pomeroy.php
Nació Pomeroy en Charleston, Massachussets, Estados Unidos, el 29 de noviembre del año 1895 y fue el segundo hijo de Thomas y Ruth Ann Pomeroy, una pareja de clase media que presentaban anomalías esenciales para fundamentar la frágil personalidad de sus hijos.

Algunos registros señalan que Thomas era un sujeto adicto al alcohol, además de se físicamente abusivo que emprendía un concierto de golpes contra su mujer y en ocasiones de excelsa inspiración, de sublimes arrebatos, acometía con fiereza inhumana a sus vástagos.

Los investigaciones indican que Thomas Pomeroy, obnubilado por los vapores del pésimo licor ingerido, sacudido por un incontenible frenesí de violencia, arrastraba a sus hijos hacia un cobertizo ubicado en la parte trasera de la casa donde los desnudaba y después de reventarlos a palazos o sumergirlos en los pantanos del dolor y la humillación, se desvanecía con fingido llanto sobre el piso donde quedaba adormecido e indefenso.


Jesse no escapó de estos aquelarres salvajes, recibió tundas inconmensurables, acogió en su carne infantil los moretones producidos por los puños, los pies, el cinturón o los maderos con que su padre resolvía sus deficiencias personales civiles y familiares.


Uno de los primeros asesinos en serie de la historia

De rodillas sobre granos de maíz, con los brazos abiertos en cruz, un libro en cada mano, Jesse Pomeroy veía impotente como se acercaba el rebenque hasta morder su piel y hacerle saltar chispas de sangre bajo la luz mortecina que se colaba por un tragaluz en lo alto de sotechado.

Jesse recibió cada vez más descomunales palizas por parte del beodo padre. Ante la impotencia de verse atacado por su progenitor y tal vez como mecanismo de defensa, Pomeroy hijo se convirtió en una especie de criatura sadomasoquista. Terminó por recibir con malsano deleite los golpes salvajes, las tundas paroxísticas.

No obstante, las cosas comenzaron a cambiar al crecer Jesse. Los relatos de esa época indican que su apariencia era verdaderamente sobrecogedora. Con cada año su rostro adquiría un aspecto terrible. Deformaciones de la nariz, inflamación constante de párpados y pómulos le otorgaban un aspecto casi irreal. Siempre pálido y ensimismado, era una suerte de espectro. Su cuerpo era demasiado grande para su edad. Su cabeza era un enorme cubo poblado por una maraña de cabellos entre castaños y rojizos, como si un incendio se propagara por su cráneo monumental. En la oscuridad parecía una fogata y en el día se transformaba en una especie de híbrido de león y humano.

El padre descubrió con horror en una de sus habituales y abusivas correrías que Jesse era una especie de monstruo, cuyo ojo derecho sin iris ni pupila lo miraba desde un oscuro averno. Ese ojo le asaltaba en las pesadillas de la resaca, le miraba entre las grietas de las paredes, se asomaba a la ventana por las noches.

Al crecer, Pomeroy se convirtió en un individuo solitario y retraído, como ocurre con las personas demasiado diferentes. No existía nadie que recordara haber visto una sonrisa en sus labios. No sabía Pomeroy que la alegría podía existir en este mundo y la sonrisa era su expresión más superficial.
Ruthann Pomeroy, madre del asesino


Se cuenta que sus hermanos tenían por costumbre adoptar mascotas, pero a partir de cierto momento todas desaparecían. Poco después, entre los matorrales del campo circundante a la casa, aparecían muertas, sin cabeza y con las entrañas esparcidas.

Pomeroy concibió que el ataque de su padre era una realidad inmodificable, pero aceptada por todos. Así que hacer daño no era una trasgresión, sino una percepción metafísica de una forma de placer individual. Los pequeños animales fueron los receptores de este criterio. Las mascotas y los animales pequeños que encontraba y a veces hurtaba a sus vecinos aparecían despedazados en los portales de las casas, en el buzón del correo, colgados ante las ventanas o clavados en las puertas.

Esta sanguinaria costumbre presagiaba el Pomeroy del futuro. Se había señalado el sendero por el que transitaría este demonio infantil con su hoz de sombras y su sonrisa ensangrentada. A pesar de ser un individuo fronterizo, Pomeroy no era fácil de seguir y muy difícil era comprobar su participación en los festines de sangre descubiertos en su comunidad.

De alguna manera emulaba a su padre que atacaba a los más pequeños. Recordaba sin dudas las veladas del rebenque y el puntapié, el dolor apretado entre los dientes, el sufrimiento convertido en breve gemido. Imitar al padre era dedicarles especial atención a los niños, a los más pequeños y los indefenesos.

Su primera víctima fue William Paine. Era el año 1871, el mes de diciembre llegaba con sus fríos vientos y ráfagas de escarcha. El páramo se vestía con el traslúcido color del hielo. Dos hombres caminaban por un apartado camino cuando escucharon unos gemidos que provenían de una cabaña abandonada. Entraron, no sin temor, no sin cautela y encontraron a un niño de cuatro años colgado por las manos al techo. El pequeño no supo quién lo había atacado ni atado de tal manera.

Poco después, casi a finales del mes de enero cuando la temperatura descendía a varios grados bajo cero, unas mujeres que regresaban de una población cercana percibieron entre la hierba unos movimientos inusuales. Se acercaron y vieron con el mayor terror unos perros que husmeaban en las horribles heridas del cuerpo de un niño.
No fue fácil descubrir al asesino serial


Los animales habían mordisqueado los órganos internos y sus befos llenos de sangre les otorgaba un terrorífico aspectos de cancerberos. Mostraron sus fauces a las mujeres y ladraron de manera demoníaca, diría mucho después una de ellas.

Tres víctimas más fueron descubiertas. Dos de ellas ya en estado de descomposición tal, que resultó muy difícil identificarlas con las experticias de la época. Una de ellas presentaba una irregular herida que iba desde el bajo vientre hasta las clavículas. Por ella se salían los intestinos y podía verse claramente el hígado, el estómago y el páncreas. Del primero chorreaba una sustancia amarillenta y hedionda. Del segundo fluía todavía un líquido color rosa oxidado y el último era una especie de esponja que debió ser picoteado con algo punzante hasta convertirlo en una masa porosa.

De la segunda víctima se pudo observar que los ojos no estaban, ni tampoco la nariz. En el lugar donde debieron estar las orejas, tan solo había unos pequeños muñones, unas breves protuberancias, al parecer emergidas de las profanidades de los pabellones auditivos.

La tercera había sido estrangulada con una cuerda nueva muy gruesa y pesada. Se mantenía colgada de una rama con una pavorosa exoftalmia. Le habían sido arrancados segmentos completos del cabello y le hacían falta varios dedos de las manos.

Pomeroy intentó atrapar a un pequeño de ocho años que jugaba con unas canicas muy cerca del camino del tanque de agua que abastecía a cierta parte del pueblo.

Intentó seducirlo con unas viejas revistas, le atrajo con la idea de jugar a la pelota, cuando la primera maniobra no dio resultado. Pomeroy había tomado el bate y ya se disponía a descargar el primer golpe cuando el hermano del niño apareció en una carreta y se percató enseguida del peligro. Saltó sobre Pomeroy y lo doblegó con facilidad.

Por supuesto que intentó consumar su acto, pero fue anulado por un golpe en pleno rostro. Pomeroy cayó sobre un charco de lodo betuminoso que le dio un curioso aspecto a su rostro de animal fantástico.

Jesse Pomeroy fue detenido y llevado a la penitenciaría. Mientras los investigadores recababan las pruebas para enjuiciarlo cayó enfermo con bronquitis. Su estado era tal que las autoridades se preocupaban por su salud. Pero sobrevivió.

Estaba recluido en una celda aislada. Poco o nada de contacto tenía con el mundo exterior. A veces escuchaba las voces de los demás prisioneros que en el patio se insultaban mientras jugaban al fútbol o el baloncesto.

Le había sido permitido ejercitarse en el patio trasero. Se alimentaba en un rincón de la cocina y en ocasiones le proporcionaban una especie de banca para que se asomara por la abertura de la celda y ver el manchón azul del cielo y la curva de los cerros a lo lejos. En ocasiones le era facilitado material de lectura, sobre todo libros sobre la cría y castración de los animales.
Como un vecino mas se dejaba fotografiar


Jesse Pomeroy fue enviado después a un cuarto forrado de concreto y acero de dos por tres metros donde pasó cuarenta años. En esas cuatro décadas estudió varios idiomas sin tener nunca un interlocutor.

Después de ese tiempo, ya viejo y enfermo se le reintegró al resto de los detenidos. Se dice que intentó escapar escarbando debajo de la pared. Llegó hasta la tubería del gas con la intención de volar la puerta de la celda. Hay quienes alegan que no quería escapar sino terminar con su mísera existencia.

En 1931, vencido por el tiempo, por las enfermedades y el olvido, agónico y sufriente, Jesse Pomeroy murió en un desastroso estado, casi ciego, con reuma y severos problemas respiratorios. Fue cremado y sus cenizas esparcidas al viento. Nunca se arrepintió del mal que hizo.
william dathar holbert

De acuerdo con la página de los más buscados del programa televisivo "America´s Most Wanted", que circula fotos de fugitivos con base en reportes oficiales de los cuerpos de Policía estadounidense y de las agencias de Seguridad, tanto William Adolfo Cortez Reese como Jeana Seana Cortez --o William Dathar Holbert, de 31 años, y Laura Michelle Reese, de 27--, eran buscados en varias ciudades norteamericanas por la presunta comisión de varios delitos similares a los que se les achacan en Panamá.



El último reporte del programa estadounidense sobre los dos estadounidenses, transmitido el 11 de marzo de 2006, denuncia que la pareja protagonizó una carrera de persecución policial a altas velocidades con un auto que habían robado. De acuerdo con el perfil sicológico de los dos asesinos, elaborados por detectives forenses del FBI y suministrado a Interpol y a otras agencias de Seguridad en los Estados Unidos, el hombre se hacía pasar por otras personas con documentos falsos de Lucas Gregory Kuhn o Donald Lee Brukart. Que habían pagado 250 mil dólares por la propiedad, y que los vendedores les habían entregado documentos y otros papeles en que valoraban el inmueble en 500 mil dólares. En las investigaciones se determinó que los documentos eran falsificados. El negocio se cerró el 4 de octubre de 2005.

Las investigaciones dicen que Holbert, en su ciudad natal, tenía un almacén que vendía mercancías con mensajes de la "Supremacía Blanca", una cultura racista similar a la de la Alemania Nazi de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, en el perfil físico del tipo se lee que tiene tatuada la Cruz Esvástica del régimen nazista de Adolfo Hitler. En Carolina del Norte, del mismo modo, se denunció a un tipo con sus características y del mismo nombre, que se hizo pasar como médico para estafar a mucha gente y luego huir en carros robados a clientes confiados. Las fotos los delataron: son los mismos tipos, pero más jóvenes, que aparecieron por Río San Juan.

El 6 de febrero de 2006, en una carretera rural en Wyoming, un policía de camino detuvo a una camioneta para multar a su conductor por ir a alta velocidad en medio de una zona densamente saturada de nieve. Cuando el agente revisó la placa del auto, y los documentos del conductor y su acompañante, descubrió que el auto era el mismo que había sido reportado robado a pistola días antes, por alguien llamado Lucas Kuhn.


La pareja de asesinos ya capturados

Cuando el policía intentaba llamar por radio, el auto de Holbert emprendió la huida y se originó una persecución a velocidades de más de 100 millas por hora. La patrulla policial perdió de vista al fugitivo, y cuando los refuerzos se presentaron, encontraron a varias millas del punto el auto de los prófugos estrellado en un campo a orillas del camino. Pocos días después, en Bismark, Dakota del Norte, se recibió una denuncia de que una pareja había rentado una furgoneta U-Haul y no la habían regresado. La persona que la rentó se identificó como Michele Brukart, y el dueño del negocio de renta de autos la identificó mediante fotografías. Era la novia de "Wild Bill". La furgoneta fue encontrada en West Palm Beach, Florida, pero a Holbert y a Reese se les perdió el rastro desde entonces.

Las denuncias concretas contra ellos son por hurto de auto y desacato a la autoridad en Wyoming, el 6 de febrero de 2006; prácticas engañosas en Montana el 12 de agosto de 2005, y engaño y defraudación con conocimiento en Oak Island, en octubre de 2005.

El perfil define a Holbert como un hombre blanco de poco más de 30 años, de barba y pelo rubio, corpulento, con un tatuaje de la Cruz Esvástica en su brazo izquierdo, y dado a los deportes extremos y a conducir a exceso de velocidad. Se le señala de golpear con facilidad a empleados de pequeños negocios y de ofender y de agredir a personas latinas y de raza negra. A la pareja se les buscó por Florida, Kentucky, Carolina del Norte, Dakota del Norte, Washington, Wyoming y Seattle.

Luego aparecieron en Panamá en 2007, donde se hicieron pasar como holandeses para comprar propiedades y dedicarse a la oferta de servicios turísticos. Se instalaron en Bocas del Toro, una apacible zona costera del occidente de Panamá, donde se ha desarrollado el turismo. De allá huyeron a inicio de este año cuando fueron identificados como sospechosos por la desaparición de varias personas. "Muertos fijos tenemos dos, uno plenamente identificado como Bo Icelar, declaró a medios panameños el subdirector de la Dirección de Investigación Judicial de Panamá, Omar Pinzón.

"Eran unos indígenas que laboraban para él. Por alguna razón tuvieron algún tipo de diferencia con este señor y a partir de hace año y medio los familiares de ellos desconocen qué ha sido de su paradero", explicó el fiscal a cargo, Ángel Calderón. El asistente del fiscal general, Neftalí Jaén, comentó que Brown (el desaparecido) era buscado por la justicia de Florida desde hace años, por tráfico de drogas y otros delitos.

La pareja Cortez, según los investigadores, montó el escenario ideal para perpetrar sus crímenes: un complejo turístico en Bocas del Toro, provincia famosa por sus playas y manglares paradisíacos que atrae a muchos extranjeros adinerados. "Villa Cortez" posee varias cabañas y era ofrecida en diversas guías turísticas como sitio de descanso y contacto con la naturaleza. Este paraje selvático sirvió para que "Wild Bill" operara su negocio hotelero, cuyo logotipo tenía una calavera similar a las incrustadas en las camisetas que vendía en Montana con mensajes racistas.

La Policía panameña cree que la pareja mataba por motivaciones económicas: para adueñarse de inmuebles y otros bienes de extranjeros llegados a la zona. Cortez "llevaba a cabo negocios con algunas personas, y sospechosa y repentinamente desaparecían una vez que (los) finiquitaban o él hacía ver que había una transacción legítima", explicó Pinzón. Cerca de la finca que regentaba la pareja capturada en Nicaragua, la Policía descubrió recientemente los restos de las primeras dos víctimas. En el lugar había una sortija con la imagen de un indio apache y restos de soga. Un cadáver se identificó como el de la dueña del hostal, y en otro sitio se hallaron 40 huesos de un cuerpo que se supone pertenece a Bob Icelar, dueño de otras propiedades en la zona que luego aparecieron a nombre de la pareja. De hecho, el hostal -conocido como Hostal Villa Cortez y donde se encontraron los cadáveres de los estadounidenses Cheryl Lynn Hughes y Bo Icelar- era propiedad original de Michael Brown. Hughes, asimismo, era dueña del conocido hostal para mochileros 'Casa del Sapo', en Isla Carenero, que pasó a manos de Cortez tras su desaparición en marzo, detalle que resultó sospechosamente extraño y puso en alerta a los empleados y amigos de Cheryl.

Dominique cottrez http://www.pasarmiedo.com/Dominique_Cottrez.php
El horror comenzó a destaparse el pasado sábado 24 de Julio del 2010. Parecía una apacible mañana de jardinería en una vivienda unifamiliar de la localidad francesa de Villers-au-Tertre. Una pareja que acababa de comprar el chalé se disponía a plantar un árbol cerca del porche. Bastaron varios golpes de azada para toparse con dos bolsas de plástico con los restos de otros tantos bebés en su interior. Superado el espanto inicial, los nuevos propietarios acertaron con marcar los números que pronto llevaron hasta el lugar a varias patrullas policiales. El terror sólo había dado sus primeros pasos.

Las sospechas iniciales apuntaron hacia los anteriores dueños del inmueble. Perteneció a un matrimonio de ancianos fallecidos hace varios años. Pero la pista era la buena y pronto se llegó hasta la heredera, Dominique Cottrez. Vivía cerca, a escasamente un kilómetro. En su casa se presentaron los agentes encargados de la investigación el mismo día y allí se toparon con lo que puede constituir el mayor infanticidio de la historia de Francia. La mujer de 47 años confesó que los cadáveres hallados en la antigua propiedad de sus padres pertenecían a dos de sus hijos. Y fue aún más explícita: había otros seis bebés enterrados entre el prado y el garaje de su propio hogar. En los siguientes días perros entrenados para realizar búsquedas subterráneas localizaron los cadáveres, también minuciosamente envueltos en bolsas de nailon. Cottrez dejó caer aún un dato más para agrandar el macabro descubrimiento. Quizás haya otros cuatro más, porque con el tiempo perdió la cuenta.


Esta enfermera tampoco puso reparos para confesar la motivación que le llevó a deshacerse de los hijos que habían nacido entre 1989 y 2006 en el seno de su matrimonio con Pierre-Marie Cottrez, carpintero y concejal del pintoresco municipio. Una vez detenida el martes lo explicó todo ante el fiscal de Douai, Eric Vaillant. Al parecer, sus dos primeros partos -de los que nacieron dos hijas hoy venteañeras que ya la han hecho abuela- fueron traumáticos. Ello le llevó a negarse a pasar de nuevo por la experiencia de criar niños y a acabar con sus siguientes descendientes nada más alumbrarlos. Asfixió a todos.


La policia buscando pistas de los asesinatos

Preguntada por qué no acudió a los médicos para evitar quedar embarazada, su respuesta fue contundente: no creía en ellos. No le ayudaron en su sufrimiento en los partos que sí decidió soportar.

Dominique Cottrez se enfrenta a ocho cargos de homicidio voluntario de menores de 15 años y lo normal es que sobre ella recaiga una condena de cadena perpetua -según informó ayer el fiscal-, siempre y cuando los análisis psiquiátricos determinen que era consciente y responsable de sus actos. El marido, también detenido inicialmente por omisión de denuncia y ocultación de cadáveres, ha sido puesto en libertad. La infanticida sostiene que él desconocía los crímenes e incluso sus embarazos. El gran tamaño de esta mujer podría haber servido para ocultar las gestaciones.

El caso ha sacudido a Francia. Pero sobre todo a los habitantes de Villers-au-Tertre, una pequeña comuna campestre de 620 habitantes, una docena menos de los que hubiera tenido sin la pavorosa actuación de Dominique. El alcalde del pueblo, Patrick Mercier, como casi siempre en estos casos, aseguró a la prensa que la pareja parecía llevar una vida relativamente normal, discreta, como la del resto de los vecinos. Les conocía bien porque el marido cumplía su tercera legislatura en el seno del consejo municipal. Es «alguien respetable». La esposa «salía muy poco», cohibida por su generosa corpulencia.

Francia se ha llevado una sorpresa, pero no tan grande. En 1984 una pareja fue condenada en el departamento de la Corrèze, al sur de París, a cinco y ocho años de prisión por haber ahogado y enterrado a siete recién nacidos. Más recientemente, una mujer confesó en marzo que mató a seis hijos y escondió sus cuerpos en una bodega de su casa, en el noroeste del país.
Petiso orejudo
Asesino de niños, el más destacado en aquellos años en Argentina por su barbarie su ironía y por ser un niño tan lleno de maldad que conmocionó a la opinión pública porteña del mundo, de un mundo donde los medios masivos de comunicación todavía no estaban tan vigentes.

En la capital argentina existía un monstruo, un ser maldito, macabro con una crueldad hasta los extremos más desconocidos. Buenos Aires se transformaría de a poco en una ciudad que perdería la tranquilidad, se había apoderado un pánico colectivo puesto que la ola de crímenes se pudo comparar con el asesino Jack "el destripador" o el "Vampiro" en Düsseldorf.

La familia Laurora estaba en su domicilio, todos sentados a la mesa, el esposo, la mujer, su hijo de siete años, pero sus rostros de preocupación eran muy evidentes, algo andaba mal, faltaba Arturito, el mayor, su comportamiento no era nada normal, comentaba su madre sorprendida y preocupada, esa ausencia de ya varias horas inquietaba a la familia. Su padre, quien demostraba su verdadero estado de ánimo, se dirigió a la comisaría 13ª a dar respectivo conocimiento a las autoridades. Ya han pasado 24 horas desde la desaparición de Arturito, su padre ya presiente lo peor y piensa para sus adentros que habría tenido un accidente y nadie se había percatado de ello, igual ha caído en las manos de un monstruo.


Mientras tanto el agente Gallardo por las esquinas de Pavón y Solís vigilaba su territorio asignado como era costumbre en aquellas épocas donde la movilidad no era lo que es hoy día, se le acercan dos desconocidos y se identifican uno como Francisco L... y el otro como Jerónimo M... :
- Agente - Le dijeron agitados.
- Venimos de ver la casa de Pavón Nº 1541 que está vacía y en alquiler y vimos dentro el cadáver de lo que parece ser un niño.
Antes de una hora de esta denuncia ya el agente había dado parte al comisario Eduardo Vivas, todos los agentes de guardia en esa zona arribaron al lugar y se encontraron con la macabra escena, en el piso se encontraba con las piernas entreabiertas el cadáver de un niño de no más de 14 años que por la descripción que había dado su padre no había lugar a dudas, era Arturito, alrededor del cuello tenía varias veces enroscado un piolín (cordón que utilizaba para atarse los pantalones).

El Petiso Orejudo con el arma homicida http://www.pasarmiedo.com/santos_godino.php
Su padre, el señor Laurora trató de contener el llanto al tener que reconocer el cadáver de su pequeño hijo, esa familia ya no sería la misma con un hermoso hijo y de la noche a la mañana ya no lo tenían más con ellos, un monstruo se había apoderado de su inocente vida. Rápidamente se comenzó la investigación de este horrendo crimen, se investigó desde la sirvienta que tenía las llaves que entregaba a los interesados en alquilar la vivienda hasta los vecinos más cercanos al lugar pero no pudieron acercarse a nada concreto.

Era un personaje, cínico cuando estaba por matar a un niño y alguien se acercaba, para despistar, simulaba que él mismo lo encontraba haciéndose pasar por un ciudadano que colaboraba con la justicia.
Pero el comisario, al ver una denuncia de su propio padre que decía lo siguiente comenzó a desconfiar de este ser, que era un niño pero con la encarnación del mismo demonio.


Fiore Godino como se llamaba su padre italiano que residía en el país hacía 18 años casado, de profesión "Farolero" el cuál dejo asentado que tiene un hijo llamado Santos Godino de 9 años que es totalmente rebelde a la autoridad de sus padres, que molesta de forma continua a los vecinos arrojándoles piedras e insultándolos con palabras que no hacen al vocabulario de personas civilizadas. Lo entrega a la autoridad policial para que lo recluya en donde crea conveniente. Pero como el comisario todavía no tenía las pruebas suficientes para declararlo culpable fue puesto en libertad, nuevamente el monstruo estaba libre acechando a cualquier inocente criatura presa de sus depravadas locuras de muerte. Para la ley todavía cabía la pregunta, ¿quién sería el asesino?.

Sigue el horror en Buenos Aires.
Caminaba un tal Smith rumbo hacia su casa cuando escuchó unos llantos de miedo, al pararse frente a la puerta de donde procedía ese extraño llanto se asomó y encontró a una niñita de cuatro o cinco años llorando sin consuelo y a su lado un jovencito de enormes orejas que la intentaba consolar, cuando el señor Smith preguntó que sucedía el joven dijo que había escuchado los mismos llantos que él y entró a consolarla y continuó diciéndole que tal vez se escapó de sus padres y se extravió, el extraño ser de orejas apantalladas dijo conocer donde vivía y junto al señor que había interrumpido un posible crimen de una inocente niñita la entregaron a sus padres.

Pasados algunos días, después de lo relatado anteriormente, un agente de policía en la puerta de una casa de la calle Urquiza encontró a otra niña que tenía apenas tres años llorando y a su lado este extraño personaje de orejas enormes intentando calmarla y se repitió lo mismo diciendo que sabía donde vivía y ambos también la entregaron a sus padres frustrando otro crimen del petiso orejudo pero estas personas lo hicieron sin saber de la bestia que estaba a su lado.

Asesino y también Incendiario
Dos hechos en los cuales estuvo posiblemente implicado, pero jamás se pudo comprobar, ¿quién iba a notar que un niño sería el autor de los incendios?.
Uno fue en un corralón de maderas en la calle Carlos Calvo al 3900, el otro en la estación de Tranvías Anglo Argentina este último fue apagado a tiempo, el anterior, por tener un elemento muy combustible, lamentablemente no pudo apagarse.
Santos Rodino, como todo criminal, tuvo una infancia horrible y llena de sinsabores, con un hermano epiléptico que vez tras vez había que sostenerlo entre varias personas para que no se matara contra las paredes en sus repentinos ataques, con un padre alcohólico que no hacía otra cosa que maltratar a su madre y para completar, siendo muy pequeño su progenitor le dio una paliza que hasta el día de sus crímenes guardaba cicatrices en la espalda.

Dos niñitos en un zaguán jugaban, y Godino con sed mucha sed de sangre, la niñita se negó a ir con él pero el varoncito de tres años cuando el monstruo le ofreció caramelos, dijo que sí, éste lo condujo a un lugar apartado, le dio vueltas en el cuello un piolín que llevaba y terminó con la vida de este bebe y creyendo que estaba aún vivo encontró un clavo que le atravesó en la sien, sintió alivio y observó su obra casi perfecta para su mente.

Cuando se retiraba, un hombre cualquiera le preguntó si no había visto a su hijito de tres años y le contestó que en la policía le darían información, Santos Rodino jamás pensó que estas serían sus últimas y malvadas andanzas.

Otra de sus víctimas Jesualdo Giordano fue atada de pies y manos y atravesado el cráneo con un clavo de tres pulgadas.
Mediante las pericias de aquella época que no tenían los avances de la tecnología que hoy día se usa para descubrir a asesinos seriales Cayetano Santos Godino fue atrapado en su domicilio el 3 de Noviembre de 1912, este cruel asesino, durante el interrogatorio a pesar que se le encontró un piolín de las mismas características que el que tenían sus víctimas se mantuvo en una negativa profunda, la justicia decidió llevarlo a la morgue para mostrarle el cadáver del niño y camino a ese destino decidió confesar, todos quedaron perplejos ante tan atroces declaraciones.
Robert garrow
Las bellas y pacíficas montañas Adirondack, al norte del Estado de Nueva York, son un lugar inesperado para que se produzca un asesinato múltiple, pero ya se sabe que el crimen puede llegar a todas partes.

Robert Garrow, su esposa Edith, y sus dos hijos, Michelle, de 15 años, y Robert, de 14, vivían en Siracusa. Robert era empleado de la panadería de Millbrook, donde se desempeñaba como maestro mecánico. Lo que no sabían ni su jefe ni sus vecinos era que el buen Robert tenía un oscuro pasado.

En 1961, Robert había sido condenado por violación y asalto en Albany. Estuvo ocho años en la cárcel. Mientras cumplía su condena, Edith le visitaba fielmente en la cárcel y esperaba que fuera puesto en libertad. Sólo Edith sabía de la violenta pesadilla de su marido y de su insaciable necesidad de sexo.

Cuatro años después de haber sido puesto en libertad, el nombre de Robert Garrow apareció en los titulares de la prensa de todo Estados Unidos. Sus crímenes y el dilema que presentaba a su abogado, Frank Armani, serían debatidos a través de todo el mundo de habla inglesa.

El domingo 29 de julio de 1973, Nick Fiorello, Philip Domblewski, David Freeman y su novia, Carol Ann Malinowski, estaban acampando en dos tiendas de campaña asentadas entre las comunidades de Wells y Speculator. Los campings estatales se encontraban llenos la noche anterior, por lo que la gente joven acampó en un pequeño descampado de la ruta 8.

Nick y Phil se levantaron temprano y conducieron hasta Wells. Mientras estaban en el pueblo, Robert Garrow condujo hasta el camping en su Volkswagen del año 1972 y se estacionó fuera de la vista de los demás. Silenciosamente, subió hasta llegar a una de las tiendas y abrió la puerta delantera. Dentro, David y Carol Ann estaban vistiéndose. David Freeman, sorprendido, sólo pudo susurrar: "¿Qué es lo que quiere?". Robert murmuró algo como que necesitaba gasolina. Ordenó a la joven pareja que se vistiera. Sus órdenes fueron persuasivas. Robert llevaba un rifle de caza.

Mientras David y Carol Ann abandonaban la carpa, se tranquilizaron al ver a Phil y Nick pasando con su coche muy cerca de donde se encontraban. Phil pidió explicaciones de lo que estaba sucediendo. Robert dijo que necesitaba gasolina. David y Carol Ann, más conscientes del peligro, aseguraron a Phil que sería mejor que cumpliera con el pedido del intruso.

Robert Garrow obligó a sus cautivos a adentrarse en el bosque, en donde sacó un rollo de cuerda. Ató a David y a Nick a un árbol. A Phil y Carol se los llevó más lejos. Pidió a Carol Ann que amarrara a Phil. Después, una aterrada Carol Ann, ahora a solas con Robert, tuvo que caminar unos metros más. Robert la ató a un árbol, diciéndole que tenía que revisar a los otros.

Unos momentos más tarde, Robert apareció enfrente de Phil Domblewski. Phil, de 18 años, quien había sido el más verbal del cuarteto de cautivos, se enfrentó a la ira del loco. Robert, calmada y metódicamente, apuñaló al indefenso joven en el pecho hasta que el cuerpo sin vida se desvaneció contra las cuerdas que le sujetaban al árbol.

Carol Ann escuchó los gritos de Phil. Sudando profusamente, sus muñecas se pusieron tan resbaladizas que fue capaz de liberarse de las cuerdas. Silenciosamente, anduvo hacia Phil; llegó justo en el momento en que Robert Garrow recogía su rifle y desaparecía en el bosque.

Nick Fiorello se las arregló para liberarse, corrió hacia su coche y salió en busca de ayuda. David Freeman, recientemente liberado, tuvo la mala fortuna de tropezarse directamente en el camino de Robert Garrow. Robert le dijo a David que Nick se había escapado y le obligó a buscarlo. El intruso y el cautivo anduvieron en amplios círculos por el bosque. Pasó el tiempo. Nick regresó acompañado de varios policías en tres coches. Cuando David escuchó a su amigo, se apartó de Robert, quien salió corriendo hacia el bosque.

La policía pronto encontró a Philip Domblewski, aún atado al árbol. Carol Ann fue encontrada de rodillas, llorando ante el cuerpo de su amigo. Cuando la policía ya lo tenía acorralado, Robert Garrow logró volver a la carretera y se marchó en su propio coche.

Rápidamente los tres jóvenes rescatados escogieron la foto de Robert Garrow de entre todas las que les fueron enseñadas por la policía. La captura estaba en marcha. Había cierta urgencia. Sólo nueve días antes, Daniel Porter, de 20 años, había sido encontrado acuchillado hasta la muerte atado a un árbol, a unos 80 kilómetros de distancia de donde se había asesinado a Philip Domblewski. Porter estaba acampando con su novia, Susan Petz, quien aún se encontraba desaparecida. La similitud entre los dos incidentes era increíble.

Once días después del asesinato de Domblewski, Robert Garrow fue arrestado. Había cometido el error de intentar contactar con su hermana en Witherbee. A Robert se le vio en los bosques cercanos a la casa de su hermana. En el tiroteo que le siguió, el oficial Henry Le Blanc derribó a Robert con un rifle de alta potencia. Robert se encontraba seriamente herido en la espalda, brazos y piernas, pero se recuperó lentamente tras ser sometido a una operación con la cual se extrajeron las balas.

Después de ser acusado de asesinato, Robert insistió en ser defendido por el abogado de Siracusa, Frank Armani. Armani había defendido a Robert previamente. Ya que Robert no tenía dinero y expresó su preferencia por Armani, la corte asignó a Armani como su abogado.

Rápidamente, Frank Armani llegó a la conclusión de que su cliente había asesinado a Philip Domblewski y que su defensa basada en la locura sería su única esperanza para cumplir condena en un hospital en vez de en la cárcel.

Al interrogar a su cliente, Armani logró que Robert le confesara que había matado a Daniel Porter y violado y asesinado a Susan Petz. También le reveló que había violado y asesinado a Alicia Hauck. Ninguno de los cuerpos había sido encontrado. Esta información puso al abogado en una situación extremadamente delicada. La confidencialidad entre abogado y cliente es la piedra angular del proceso de defensa. Si Armani revelaba la información recientemente descubierta, rompería esta confidencialidad, una acción que le podría llevar a la exclusión del colegio de abogados.

Inicialmente, Armani tenía que verificar las declaraciones de su cliente. Siguiendo instrucciones de Robert, pudo ver y fotografiar el cadáver de Susan Petz, escondido y abandonado en una mina. Un colega, el abogado Francis Belge, encontró e hizo fotos del cuerpo de Alicia Hauck, enterrada en un cementerio.

Frank Armani y Francis Belge, leales a su código de conducta profesional, no dijeron nada sobre sus horribles hallazgos. Armani se preparó para defender a su cliente del único cargo de asesinato de Philip Domblewski.

Mientras tanto, meses más tarde, en diciembre de 1973, un estudiante de la Universidad de Siracusa se encontró con el cuerpo de Alicia Hauck en el cementerio de Oakwood. Dos semanas más tarde, niños de una escuela vieron el pie de Susan Petz saliendo de los escombros de la mina abandonada.

Robert Garrow era un sospechoso importante en ambos asesinatos, así como en el de Daniel Porter.

En mayo de 1974, Robert Garrow fue enjuiciado por el asesinato de Philip Domblewski. Garrow era tan odiado en la zona que se tuvo que poner una policía especial las 24 horas del día protegiéndole de la ira de la gente. A su abogado también se le brindó protección policial. Las cartas amenazantes no hacían más que llegar a su residencia. Desde el banquillo, Robert Garrow admitió el asesinato de Daniel Porter, Susan Petz, Alicia Hauck y Philip Domblewski.

Tras la confesión dramática, el colega de Frank Armani, Francis Belge, reveló que ellos sabían lo de los asesinatos, conocían el lugar exacto donde se encontraban los cadáveres, y habían hecho fotografías de los cuerpos mucho antes de que fueran encontrados. La confidencialidad entre ellos y su cliente les había obligado a guardar silencio. Ahora que Garrow había confesado, se sentían libres de tal obligación. La noticia de que los dos abogados no habían revelado el lugar donde se encontraban los cuerpos de las víctimas corrieron a través de toda la comunidad legal estadounidense. Llevados por la emoción del momento, sus colegas condenaron a los dos hombres. Mientras tanto, el juicio continuaba. A Robert Garrow se le declaró culpable de asesinato y fue sentenciado a 25 años en prisión.

Se presentaron varios cargos contra Frank Armani y Francis Belge, pero fueron absueltos de cualquier mal criminal o profesional por un gran jurado del Condado de Onondaga y por La Asociación Americana de Abogados.

Robert Garrow, confinado a una silla de ruedas por los resultados de sus heridas, fue encarcelado en la prisión Donnemora. Cuatro años más tarde, fue transferido a las instalaciones del correcional de Fishkill. Subrepticiamente, ejercitó sus piernas hasta que en la noche del 8 de septiembre de 1978, se subió desde su silla de ruedas y escaló dos verjas de alambre con pinchos hasta lograr escapar.

Inmediatamente se llevó a cabo una búsqueda masiva. Tres días más tarde, en algunos bosques fuera de la institución, el funcionario Dominic Arena se encontró cara a cara con el hombre más buscado de Estados Unidos. Garrow apuntó y disparó una pistola que le había pasado, de contrabando, su hijo en la institución. Arena cayó herido. Más tarde se recuperaría. Funcionarios que le acompañaban abrieron fuego y Robert Garrow cayó muerto en el suelo, terminando con su carrera de violaciones y asesinatos.
Harold Shipman, El doctor muerte http://www.pasarmiedo.com/harold_shipman.php
Un médico que faltó gravemente a su juramento hipocrático y que se convirtió en uno de los peores "superasesinos" de la historia mundial, resolvió utilizar para sí mismo una receta igual y, tal como lo hizo con 215 pacientes, también se quitó voluntariamente la vida en una celda de la prisión de Wakefield (Inglaterra) en la que estaba condenado a cadena perpetua desde hacía cuatro años.

Harold Shipman, de 58 años, mundialmente conocido como el "Doctor Muerte" y múltiple asesino, fue encontrado ahorcado el 13 de enero de 2004 en su celda de la cárcel de máxima seguridad a las 6.20 GMT y dos horas después se certificó oficialmente su fallecimiento; según las versiones oficiales, debió quitarse la vida durante la madrugada, utilizando las sábanas de su cama.

Las sospechas, que condujeron a las investigaciones sobre la forma como trabajaba el médico, a quien durante el juicio se señaló como un "adicto al asesinato", comenzaron en 1998 cuando cometió uno de sus mayores errores, al falsificar el testamento de una anciana de 81 años a la que asesinó inyectándole morfina. Tras la investigación, el 7 de septiembre de ese año fue detenido.


Inyectaba morfina a sus víctimas

Correspondió a la hija de esta octogenaria, una abogada llamada Angela Woodruff, denunciar al aparentemente "afable doctor", ya que se extrañó que su madre Kathleen Grundy le hubiese dejado, a través de un testamento, 365.000 libras esterlina.

Fue este el principio del fin del criminal, que tras un juicio de 52 días recibió como castigo en enero de 2000 la cadena perpetua por el asesinato de 15 pacientes, todas mujeres de avanzada edad, pero nuevas investigaciones indicaron que mató, cuando menos, a otras 200, aunque las cifras se elevan hasta las 260.

La juez Janet Smith afirmó el año pasado en Manchester, que el "Doctor Muerte" "es posible que haya sido un drogado del crimen" y expresó que durante su investigación fueron analizadas las circunstancias de 887 fallecimientos de pacientes de Shipman, que comenzó a matar en 1975, un año después de haber comenzado a ejercer su carrera de medicina.

Al parecer, cuando tenía 17 años fue testigo de una dolorosa muerte de su madre a causa del cáncer y eso, según algunos psiquiatras británicos pudo "marcarle para el resto de su vida", porque ella fue tratada en sus últimos días con morfina para calmar los intensos dolores que sufría.

Además, resultó ser un adicto a los calmantes y en la década de los años 70 llegó a reventarse las venas por utilizarlos en cantidades desproporcionadas, pero las autoridades únicamente le multaron con 600 libras esterlinas que pagó para quedar así libre de cargos y ejercer una carrera que le llevó a matar a una amplia mayoría de sus pacientes.

El "asesino en serie", si los números de 215 son los válidos, mató entre 1975 y 1998 a 171 mujeres y 44 hombres, de edades que iban de 41 a 93 años, pero según la juez Smith aquella cifra "no refleja completamente la amplitud de los crímenes" porque existían, a su juicio, fundadas sospechas que había otras 45 víctimas mortales.

Shipman, que ejerció como "médico de familia" en Todmorden, inicialmente, y desde 1977 en Hyde, una población cercana a Manchester, prefería acabar con la vida de mujeres mayores de 60 años que vivían solas y a las cuales durante las visitas que efectuaba les inyectaba dosis de morfina o heroína, y luego certificaba que habían fallecido como consecuencia de una crisis cardiaca. Según los jueces no hubo en esos asesinatos ningún motivo de índole sexual ni económico, salvo en el de Kathleen Grundy, que se convirtió en su perdición.

¿Entonces, qué lo condujo a cometerlos? De acuerdo con lo expresado por el fiscal del caso, cuyas acusaciones influyeron para que se le condenase a cadena perpetua, lo hizo "por el drama de quitarle la vida a alguien, por tener poder sobre la vida y la muerte". Se creía Dios, cuando sólo era un miserable asesino.

Fue en Hyde donde Shipman asesinó a 214 de las 215 víctimas reconocidas y por lo cual se le condenó a la cadena perpetua. En 1998, cuando fue detenido e ingresado en prisión, alcanzó a matar a 18 personas, pero en los años 1995 y 1996 se registraron las mayores cifras con 30 crímenes en cada uno de ellos.

La magistrada Smith dijo tras la investigación realizada que Shipman asesinaba a sus víctimas en sus domicilios por las tardes y que el "Doctor Muerte" había "traicionado la confianza de los pacientes de una manera y con una amplitud que, creo, carece de equivalente en la historia".

También explicó que los últimos tres asesinatos realizados en 1998 por el médico podrían "ser evitados y sus víctimas salvadas" si la policía que realizó la primera investigación la "hubiese correctamente efectuado", porque a juicio de ellas, dos inspectores novatos efectuaron un "mal trabajo".

Shipman no se inmutó durante el juicio, ni cuando le leyeron la condena, El juez Forbes le impuso la sentencia en firme que decía así, "cada una de las víctimas era su paciente. Por su maldad y por sus perversas intenciones usted se aprovechó de ellas y abusó de su confianza. No me cabe la menor duda que cada una de sus víctimas sonrió y le dio las gracias cuando usted les administraba las mortales inyecciones".

Casado y padre de cuatro hijos, el "Doctor Muerte", que se hizo justicia a sí mismo, habló la víspera de su suicidio con su esposa Primrose, y de acuerdo con los testimonios de funcionarios de la prisión, en donde quedó grabada la conversación, no se observó ninguna anomalía ni él le dio a conocer las intenciones que tenía para quitarse la vida.

El médico que en vez de salvar vidas se dedicó a destruirlas; el profesional que sin ninguna razón decidió, por un simple y malévolo placer, a matar en cadena; el hombre que como un "ángel vengador" mantenía una sonrisa que engañaba a sus víctimas para así poderlas llevar a las tumbas tuvo, al parecer, un profundo arrepentimiento que lo condujo al suicidio.

De esta forma concluyó una vida que sólo sirvió para hacer el mal, pero nunca nadie sabrá los verdaderos motivos que tuvo para convertirse en un "adicto al asesinato" e, incluso, aceptar ese apelativo de "Doctor Muerte" por el cual nunca protestó. Se llevó a las tumbas muchas víctimas y a la suya propia muchos misterios.
 
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titospain

albertovk93
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enero 4, 2009
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Yo tengo cierto interes en leerlo, pero si solo te has molestado en copiar y pegar pues como que paso.... Pon cosas en colores, negrita, imagenes o algo, si no, no te lo lees ni tu.
 
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Detras de ti, imbécil!!
para pasar el rato es interesante de leer, yo ya lo hice hace tiempo en otra pagina donde salia todo mas ordenado con fotos. podrias poner las fotos de los caretos de esta gente, te hace sospechar hasta del vecino xD
 
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os pongo los links de la biografia es que aunque lleve aki desde el 2007 no tengo ni puta idea de poner fotos esperad unos 10 min ahora los subo
 

vinylo

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valla tochaco XD con el resacon ke tengo no estoy pa leer tanto :coolface: ya lo leere
 
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editado e puesto un link al lado de cada nombre para que podais verlos y diferencirlos en los kins stan las imagenes y no las puse aqei algunas porque son demaiado sangrientas
--- [ Añadido ] -----
editado ahora con spoilers
 
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diciembre 4, 2007
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Premiame porke me los he leido todos, unos 12 min!! oue el caso de "Ed gein", es la polla, hijo ****, que estaba echo buscando una madre! flipao!!, y el de la vieja esa francesa tambien tela! bueno un saludo y ya tengo historias de hallowen ke contar a mi novia, ns vemos!
 
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