Es más sencillo de lo que parece.
Tienes tres tipos de cartas facción (que se dividen en héroe, villano y mercenario pero que vienen a ser lo mismo), fortuna y recurso.
Las cartas de facción son las que utilizas para atacar al rival. En ellas puedes ver tres indicadores: los puntos de vida, los puntos de ataque y los puntos de facción, que vienen a ser el precio que pagas por jugar la carta. Sólo puedes jugar una por turno y al hacerlo se consumen cierto número de puntos de facción. Estos puntos se regeneran turno a turno.
Luego tienes que escoger una carta de fortuna, que están boca abajo. Cada una de estas cartas tiene un determinado número de puntos de fortuna, que se añadirán a nuestro botín cuando acabemos con una carta rival. Estos puntos de fortuna nos sirven para poder activar las cartas de recursos, que nos darán potenciadores de vida y daño entre otras cosas.
El objetivo es acabar con los puntos de vida del jugador rival. Básicamente es eso, y el juego lo explica muy bien en el primer combate tutorial, que te va diciendo lo que tienes que hacer paso a paso.